Salvador de Bahía, 17 de abril.

Unos 44 asesinatos, además de una ola de saqueos a comercios y robos de automóviles, dejó una huelga de menos de 48 horas de la policía militar de esta ciudad brasileña, que concluyó este jueves tras aceptar la oferta del gobierno local a sus demandas.

Los mil 500 agentes recibirán una gratificación antes concedida sólo a los oficiales, y los soldados serán promovidos a cabos; además habrá una revisión en el reajuste salarial, entre otros puntos del acuerdo.

Salvador de Bahía será una de las sedes del Mundial de Futbol que comienza el próximo 12 de junio.

Será revisado el código de ética policial, como querían los huelguistas, y se mejorarán sueldos, aunque esto deberá ser aprobado por la Asamblea Legislativa porque implica aumentar el presupuesto del estado de Bahía, precisó Isaac Jorge, vocero del gobernador Jaques Wagner.

La huelga sumió en el caos y puso en alerta a las principales ciudades bahianas, cuyas calles quedaron desiertas; los autobuses dejaron de circular y las clases fueron suspendidas.

Pese a que miles de integrantes de las fuerzas armadas y policías de élite fueron enviados por el gobierno federal a la capital departamental, Salvador de Bahía, y otras localidades del estado de Bahía para garantizar la seguridad, comercios, supermercados y cajeros bancarios fueron saqueados.

Durante el paro se reportaron 44 asesinatos, el triple de lo que ocurre en días normales en Salvador, una de las ciudades más peligrosas de Brasil. Las fuerzas armadas detuvieron a 50 personas, indicó el gobierno estatal vía Internet.

Previamente, la justicia federal ordenó el fin inmediato de la huelga tras fijar una multa diaria de unos 630 mil dólares y bloquear los bienes de los líderes del paro, entre ellos el presidente de la Asociación de Policías Militares y Bomberos, el concejal Marco Prisco, de seis asociaciones de la corporación y de sus dirigentes, como forma de resarcir al Estado las pérdidas ocasionadas por la huelga.

Para el gobernador, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), la huelga tuvo motivaciones políticas, toda vez que Prisco pertenece al opositor Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB) y, según algunas fuentes, busca ser electo diputado estatal en las elecciones generales de octubre.

También los trabajadores del Parque Olímpico, la principal sede de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, pusieron fin a dos semanas de huelga, pero el retorno completo a las actividades será la semana próxima, dijeron dirigentes sindicales, que advirtieron que los operarios volverán a parar si las negociaciones salariales son infructuosas.

Los contratistas aceptaron aumentar el valor de los bonos diarios de almuerzo para cada empleado. El sindicato también había exigido un pago doble por horas extras y fines de semana, así como bonificaciones para empleados con historial ejemplar; ambas partes acordaron seguir negociando esos puntos.