Después de una jornada electoral comienza el trabajo de quienes escrutan las actas, el cual puede durar más de 12 horas y provocar errores por cansancio. Para mejorar esta situación, Risto Rangel Kuoppa, profesor investigador de la Universidad Autónoma Metropoliana (UAM), diseñó un sistema con el que espera hacer mucho menos agotador el trabajo de los escrutadores y minimizar los tiempos de procesamiento y los errores que conlleva.

Se trata de un software en el reconocimiento de caracteres escritos a mano y procesamiento digital de imágenes, que inicialmente se instalará en 50 computadoras del Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF), pero su uso podría extenderse a los institutos estatales y al Instituto Nacional Electoral (INE). Risto Rangel señala que con este sistema contribuimos a mejorar uno de los procesos que durante décadas ha sido crítico para el desarrollo del país: la democracia.

Dado que las demostraciones técnicas han sido exitosas, todo apunta a que en las elecciones de 2015 el instituto usará el software con éxito.

Es un sistema de cuarta generación en el que convergen cinco dominios de las ciencias de la computación: reconocimiento de patrones, visión por computadora, procesamiento digital de imágenes, integración e interoperatividad de software y sistemas de información.

Rangel Kuoppa, doctor en Ciencias de la Computación, señaló que el IEDF se acercó a la UAM para solicitar su apoyo en la solución de diversos problemas de tipo informático que tenía el organismo electoral local.

El sistema concentrará los pasos del escrutinio en el siguiente orden: escaneo, descarga de la información de las actas de escrutinio en una base de datos y la generación automática de los reportes que de acuerdo con la legislación electoral se deben emitir durante el escrutinio con información oficial.

Con estas soluciones se espera hacer mucho menos agotador el trabajo de los escrutadores, minimizar los tiempos de procesamiento y disminuir los errores. Sin embargo, Rangel Kuoppa aclaró que con este sistema no se remplaza a las personas y tampoco se exime a los humanos de responsabilidad en el procesamiento de las actas.