Octavio Aburto, de Tacámbaro, y Uriel Chávez, de Apatzingán
Miércoles 16 de abril de 2014, p. 5
Tierra Caliente, Mich., 15 de abril.
La Procuraduría General de Justicia de Michoacán aprehendió a los alcaldes Noé Octavio Aburto Inclán, de Tacámbaro, y Uriel Chávez Mendoza, de Apatzingán, por presuntos vínculos con la delincuencia organizada.
Aburto fue aprehendido por probable responsabilidad en el delito de peculado y Chávez ha sido señalado por los líderes de las autodefensas de ser el principal operador político de Los caballeros templarios en la Tierra Caliente, además de estar emparentado con Nazario Moreno, El Chayo, muerto hace unas semanas.
Según la procuraduría de la entidad, el edil de Apatzingán exigía dinero mensualmente a los regidores ‘‘para apoyar a un grupo delictivo de la zona’’. Según dirigentes de las autodefensas, Uriel Chávez ganó los comicios sólo porque el resto de los candidatos fueron amenazados o corridos del municipio.
A principios de marzo, el sacerdote Gregorio López encabezó una protesta frente al ayuntamiento, donde sus seguidores desplegaron una manta en la que se leía: ‘‘Uriel, entréganos a las más de 300 personas desaparecidas que tus policías municipales levantaron o dinos dónde están para darles cristiana sepultura’’.
En enero pasado, el gobernador Fausto Vallejo acudió a Apatzingán en un acto que los políticos locales interpretaron como un espaldarazo al alcalde; sin embargo, el 18 de febrero, cuando la principal ciudad calentana recibió al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, el edil estuvo ausente.
En marzo sí dio la cara: ‘‘Todo lo que ha dicho (el sacerdote) de mi persona es falso, viejo mentiroso. Lo invito a que se siente para platicar’’.
La respuesta del sacerdote López fue: ‘‘Estudié en una de las mejores universidades de Europa… No me compré el título de narcodelincuente, como el templario que está aquí’’.
Alcaldes de la región han dicho que desde la tesorería del ayuntamiento de Apatzingán se controlaban las cuotas que debían pagar al crimen organizado.
Joven de vestir impecable, Uriel Chávez fue visto el domingo desayunando con un conductor de deportes de TvAzteca. A su salida fue escoltado por un convoy de tres camionetas blancas con seis guardaespaldas.
Uno de los líderes de las autodefensas, que estuvo presente en la reunión del pasado lunes con el comisionado Castillo, dice que el funcionario federal les anunció que pronto les iba a dar ‘‘una muy buena noticia’’.