Los cinco encuentros que llevan sin ganar en el estadio Azteca no provocan presión en el América, según el mediocampista Juan Carlos Medina, pero sí saber que nuestra casa tenemos que hacerla valer, por lo que este sábado ante Querétaro tratarán de romper esa mala rachita que nos hemos creado nosotros mismos, consiguiendo tres puntos para dar ese paso a la liguilla.

En conferencia de prensa ayer, en las instalaciones de Coapa, Medina no quiso decir si estaba de acuerdo con su técnico, Antonio Mohamed, en el sentido de que era mediocre el torneo del equipo.

Somos conscientes de que no hemos sido regulares. Hemos tenido altibajos. Por momentos damos buenos partidos y en otros se nos escapan, entre comillas, partidos que se ve que puedes jugarlos de otra manera, pero lo que queremos es cerrar en el mejor nivel posible, indicó.

Puntualizó que pese a su irregular campaña se encuentran en el tercer lugar de la tabla general: También hemos quedado a deber a nuestra afición en nuestra casa, pero hoy tenemos una gran oportunidad de sumar tres puntos, con un rival que viene haciendo las cosas bastante bien.

Para Medina, lo que les ha faltado en el coloso de Santa Úrsula es tener más paciencia y también estamos conscientes de que hay equipos que nos han venido a jugar de diferente forma. Nos han esperado y las pocas oportunidades que se crean no estamos siendo contundentes.

El zaguero Pablo Aguilar, otro americanista que acudió a la rueda de prensa, consideró que el compromiso ante los Gallos Blancos será muy importante para nosotros, porque ganando prácticamente estamos adentro (de la liguilla) y más que eso, para retomar la confianza en nuestra cancha.

Además saben que le deben a su afición un triunfo de locales.

Interrogado sobre si la celebración del gol contra Puebla, el pasado domingo, fue un mensaje de apoyo al técnico (Mohamed), comentó: “No sólo a él, creo que a todo el grupo, para que la gente también vea cómo estamos unidos nosotros por un mismo objetivo.

Sabemos el compromiso que tenemos y debemos estar más que juntos ahora. No estaban saliendo las cosas y ese gol, digamos, lo descargamos bastante. Ya debíamos un triunfo muy importante para nosotros. Y creo que el respaldo es para todos: para los compañeros, para el cuerpo técnico y también para la dirigencia.

En relación con el duelo ante Querétaro, rechazó que sea desigual. Dijo que en el futbol, y más en el mexicano, no hay equipo chico o partido disparejo porque cualquiera le puede ganar a cualquiera; ya se demostró en este torneo.

Esta clase de partidos, contra ésta clase de equipos, son más complicados todavía que un clásico, remató.