La petición de perdón por los abusos cometidos por sacerdotes pederastas que hizo el papa Francisco el viernes pasado es un paso importante, pero sigue estando en el terreno declarativo, señaló fray Julián Cruzalta Aguirre, profesor de teología en la Comunidad Teológica de México, quien precisó que hasta que la Iglesia pase a los hechos, señalamientos como los efectuados por el pontífice deben tomarse con cautela.

Sí es importante la declaración del Papa, y aunque acepta lo que ya es sabido, el hecho de que lo haga la máxima figura de la Iglesia es relevante, pero es necesario entender que esto no significa que haya un cambio en toda la Iglesia. Hay que tomarlo como es: tiene un peso importante, pero es declarativo. Esperemos que esto se traduzca en hechos.

En entrevista, el asesor teológico de Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) precisó también que cuando las conferencias episcopales de los países en que han ocurrido abusos pidan perdón por su omisión y además actúen en consecuencia, podrá creerse que la Iglesia católica cambió en cuanto a la forma de enfrentar este tema.

Precisó que existen muchos casos con los que el mismo Vaticano podría dar muestras concretas de voluntad para poner un alto a la pederastia clerical, uno de ellos es el del ex nuncio en República Dominicana Josef Wesolowski, quien estuvo como representante del Papa en ese país caribeño desde 2008 hasta su destitución, el pasado 26 de agosto, al salir a la luz sus tratos con menores trabajadores a los que pagaba por favores sexuales. A este ex nuncio el Vaticano lo tiene protegido. Cuando veamos que lo entregan a las autoridades, entonces habrá cambios en serio.

El papa Francisco recibe a integrantes de un movimiento italiano por la vida, el viernes pasadoFoto Reuters

Al señalar que predecesores (Juan Pablo II y Benedicto XVI) de Jorge Mario Bergoglio minimizaron el problema, Cruzalta Aguirre indicó que también es obvio que a la Iglesia católica no le queda más que reconocer que ha sido omisa ante la pederastia clerical, tras conocerse a principios de febrero el informe del Comité de los Derechos del Niño de la ONU.

Sobre lo expresado esta semana por la vicepresidenta de dicho comité, Sara Oviedo, respecto de que existe colusión entre diversos gobiernos y las conferencias episcopales, coincidió con el señalamiento de la funcionaria de la ONU, pues precisó que los sacerdotes, en muchos países, tienen fuero clerical ante la justicia.

Claro que hay colusión en muchos países, entre ellos México, donde en las procuradurías no progresan estos asuntos. Hay un fuero clerical, no de derecho, pero sí de hecho, porque no se toca a los sacerdotes; cuando se trata de ellos las procuradurías actúan lento y avisan primero al obispo antes de proceder con la ley. Maciel se fue libre. (El cardenal) Norberto Rivera aquí en México no ha sido tocado por encubridor, sólo en Estados Unidos.

Cruzalta insistió en que no hay que cantar victoria por lo dicho por el papa Francisco, pero sí reconocer que es una declaración a nivel oficial, y esperemos que esto invite a los obispos mexicanos (reunidos en la Conferencia Episcopal Mexicana) a que asuman su responsabilidad en la omisión.