Domingo 13 de abril de 2014, p. 15
Nuevo Laredo, Tamps., 12 de abril.
En la que fuera la casa donde creció y de donde salió para cruzar ilegalmente a Estados Unidos hace casi 20 años, fue velado el cuerpo de Ramiro Hernández Llanas, ejecutado en Texas por el asesinato de un ranchero y la violación de la esposa de éste. La vivienda se ubica en la calle General Felipe Ángeles 446, en la colonia Las Alazanas; este domingo a las 13 horas, de ahí partirá el cortejo fúnebre hacia el penal donde está recluido uno de sus hermanos.
A las 15 horas será oficiada una misa de cuerpo presente en la iglesia católica de la Santísima Trinidad, y de ahí saldrá a su última morada en el panteón del norte, localizado al poniente de esta frontera. Martha Llanas viuda de Hernández, madre del reo ejecutado, estuvo acompañada por hijos, nietos, así como vecinos y amigos.
Hernández Llanas fue ejecutado mediante una inyección letal el miércoles 9 de abril, pese a que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya ordenó integrarlo al caso Avena, el cual determinó que se violaron los derechos consulares de 51 mexicanos condenados a muerte. Hernández Llanas fue sentenciado en 2000 a la pena de muerte por el asesinato de Glen H. Leich, ocurrido el 14 de octubre de 1997.
El caso fue llevado ante un jurado popular en la corte de distrito 216 en Texas, donde en sólo 48 horas y, tras escuchar el testimonio de la viuda, se dio la sentencia que lo tuvo por 15 años en el corredor de la muerte en la prisión de Huntsville, Texas.
En 2003 fue presentada ante la CIJ de La Haya una denuncia por la violación a los derechos de 51 mexicanos sentenciados a muerte en Estados Unidos.
En 2004, la CIJ ordenó a los Estados Unidos revisar los casos de los 51 reos mexicanos, y aunque el Congreso estadunidense aprobó una ley para dar cumplimiento a la disposición, el estado de Texas se ha negado a dar marcha atrás y ha ejecutado a los connacionales Édgar Tamayo y Ramiro Hernández Llanas.