En el mundo están registradas más de 83 millones de sustancias químicas, de las cuales sólo unas 300 mil están reguladas, y México es el decimocuarto importador de estos compuestos en el mundo y ocupa el sitio 28 entre los exportadores. Sin embargo, no se cuenta con cifras exactas sobre el número de sustancias químicas que hay en el mercado del país, ni del manejo que se les da a lo largo de su vida útil o de cómo se les desecha.

Con el fin de contribuir a mejorar la gestión de sustancias químicas y para prevenir y disminuir los riesgos y efectos dañinos a la salud humana y al medio ambiente, organizaciones civiles y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) presentaron el Acuerdo Nacional Voluntario (ANV) para la Gestión Integral de Sustancias Químicas.

Los firmantes del acuerdo se comprometen a reducir el uso de materiales químicos, disminuir la generación de residuos peligrosos e informar a la población sobre el manejo adecuado de dichas sustancias, entre otros puntos. Sin embargo, dijeron los presentadores, lo que se necesita es que lo que hoy es voluntario se convierta en ley y obligación para todos quienes compran, venden, distribuyen o utilizan sustancias químicas.

Algunas de las organizaciones que ya firmaron el ANV son la Asociación Murciana de Industrias Químicas (AMIQ), la Red Queretana de Manejo de Residuos y la organización México Comunicación y Ambiente. Próximamente se realizarán ocho sesiones en distintos puntos de la República para dar a conocer el acuerdo.

En la sesión se recordó que México ha suscrito varios acuerdos relativos al manejo que se debe hacer de sustancias químicas, como el Convenio de Viena y el Protocolo de Montreal, que se refieren a las sustancias agotadoras de la capa de ozono; el Convenio de Estocolmo, que trata de los contaminantes orgánicos, o el Convenio de Basilea, que trata de la importación de sustancias peligrosas, informó durante la presentación el jefe de la Unidad de Asuntos Internacionales de la Semarnat, Enrique Lendo Fuentes.

Las sustancias químicas pueden contaminar el medio ambiente sobre todo meiante los vertidos industriales y urbanos, los desagües agrícolas o la incineración y vertido de basuras. La exposición humana puede producirse por ingestión de alimentos, agua o polvo, por inhalación de gases o partículas presentes en el aire o por contacto con la piel.

Los productos químicos están cada vez más presentes en la vida moderna. El amoniaco, por ejemplo, usado en muchos productos de limpieza, es un gas que cuando se calienta se descompone emitiendo humos tóxicos y óxidos de nitrógeno.

El cloro, otra sustancia química de uso común, es un irritante fuerte y puede ser corrosivo para los ojos, la piel y las membranas mucosas. Exposiciones mayores a ocho partes por millón producen conjuntivitis, edema pulmonar o la muerte.

Los plaguicidas, por su parte, son sustancias químicas utilizadas en el sector agropecuario. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), su inadecuada distribución o mal manejo puede causar graves problemas a la salud pública y el ambiente.

Otras sustancias químicas de uso común en la industria son la dimetilamina (líquido inflamable), el disulfuro de carbono (sustancia tóxica cuya inhalación puede ser fatal), el óxido de etileno (gas incoloro extremadamente inflamable que puede formar mezclas explosivas con el aire), los ácidos fluorhídrico y sulfúrico (ambos puedan causar quemaduras), y el acetato de vinilo (inflamable).