Sábado 12 de abril de 2014, p. 26
Londres. Los principales bancos de Europa clausuraron o vendieron 5 mil 300 sucursales el año pasado y los cierres se irán acelerando a medida que los clientes adoptan las facilidades de la banca digital en vez del contacto personal. Sin embargo, algunas entidades están evitando recortes masivos por temor a eliminar una fuente de negocio nueva, alejando viejos clientes y desencadenando reacciones políticas adversas en regiones aisladas. Los cierres de sucursales son recibidas con consternación cuando las comunidades se quedan sin un banco local. Pero evidencian una revolución digital que está transformando la forma en que la población hace todo, desde pagar por sus vacaciones y comparar precios de seguros hasta retirar libros de bibliotecas y alquilar películas.