Este año se cumplen 90 de la publicación de Ifigenia Cruel, por lo que este sábado la Compañía Nacional de Teatro (CNT), en coproducción con Cepromusic, estrena ese poema dramático de Alfonso Reyes, de quien se conmemora el 125 aniversario de su nacimiento.

“Me parece que Ifigenia es el propio Reyes, como todos sabemos y está muy bien toda la introducción que hacen en cuanto a la muerte de su padre, porque gracias a esa tragedia Reyes también pudo escribir su tragedia de Ifigenia Cruel. Es una especie de desahogo muy importante, y él mismo confiesa dentro de los parlamentos, que no piensa regresar a México –lo dice Ifigenia Cruel–, para vengarse de las fuerzas que mataron al padre”, señaló Alicia Reyes, nieta del humanista y directora de la Capilla Alfonsina, durante la conferencia de prensa en la que se dio a conocer el inicio de la temporada.

El director escénico Luis de Tavira, quien se encuentra al frente de la CNT, subrayó que a cada generación le corresponde el reto de apropiarse la herencia de los grandes valores del arte y que constituyen el patrimonio universal de la cultura que ha construido la conciencia de lo humano en el devenir histórico del mundo hasta hoy, cuando todavía aspiramos a pensarnos personas frente a la barbarie que nos circunda. Alfonso Reyes lo hizo de manera asombrosa en la escritura de una tragedia moderna, que funda una poderosa circunlocución entre la antigua novedad del drama y el acuciante horizonte de una patria devastada en aquellos años en que culminaba el ciclo sangriento y sanguinario de la Revolución Mexicana.

Venganza, ciclo atroz

El conocimiento que el diplomático e intelectual mexicano tuvo de la tragedia griega lo hizo libre para escribir entonces una tragedia mexicana, añadió De Tavira. Al conseguir tan cabal apropiación y libertad, supo alcanzar la escala mayor de un inmenso poema que hoy nos habla a los mexicanos de nosotros, en el desvelamiento lúcido y cruel que señala nuestra amnesia voluntaria de la historia, eleva el acontecimiento mexicano a la escala trágica, donde es posible hallar la vocación cósmica de nuestro caos histórico, país de víctimas que aquí es llevado al espejo de un personaje capaz de levantarse de la condición de víctima para recuperar la dignidad que la eleva a la soberanía personal del acto libre con que se libera a ella misma y así libera a los suyos del ciclo atroz de la venganza.

Al cumplirse 90 años de su publicación la Ifigenia Cruel de Alfonso Reyes es ya un monumento poético y una cima dramatúrgica de nuestro teatro. A cada generación le corresponde el reto de apropiársela y escenificarla. Este es el caso de este momento. Ha habido otras escenificaciones de Ifigenia. En este montaje de la admirable obra de Reyes sus creadores han intentado seguir la misma actitud con la que el propio Reyes hizo suyo el mito trágico, y preguntó cómo se escenifica una tragedia hoy en estos tiempos del agotamiento de los paradigmas.

“Hay que reinventar el teatro. Ya en el momento de su creación Alfonso Reyes asumió su reto con serena audacia pero con clara conciencia de audacia, y así volvió a la tradición para impulsar la vanguardia. Mejor que ninguna otra obra esta Ifigenia despiadada le torció el cuello al cisne del modernismo y halló la voz con la que inicia nuestra modernidad poética.

Los creadores de este espectáculo han querido ser rigurosos, audaces y libres para transitar sobre las ruinas de las convenciones teatrales y salir en la búsqueda de aquella encarnación de la palabra que son los actores en el aquí y ahora de la escena para atraer a las grandes palabras del poema el sufrimiento de tantos mexicanos que claman hoy como entonces no más sangre, y buscan un sentido en la conciencia de su actualidad.

Ifigenia Cruel cuenta con dos directoras de escena, Juliana Faesler y Clarissa Malheiros. Esta obra es la continuación de un trabajo de hace muchos años que trata de abordar nuestra historia, problemática como sociedad, como seres humanos, como parte de un conjunto de nación, de un proyecto de nación fallido o no, eso no es el tema aquí, y que nos alude. Siempre estamos implicados, en la toma de decisión, en dónde te ubicas, qué es lo que decides, los caminos que uno emprende, que son los que nos construyen como ciudadanos y personas, expresó Faesler.

Para nosotros evidentemente todo proyecto artístico no puede estar disociado de la sociedad en que se muestra, en nuestro caso no podemos omitir la realidad en que vivimos, todos los ecos que tiene hacia nuestra historia desde los aztecas, mayas, somos un pueblo herido, devastado, lleno de dolores, de pasado.

El texto de Alfonso Reyes es el más difícil al que me he enfrentado en mi vida. Debo decir, en español directo, que me ha partido la madre, dijo la actriz Julieta Egurrola, quien citó una carta que Reyes escribió a su amigo José María Chacón, en ese entonces presidente de la Academia Cubana: “Cuando vengas tendré una gran novedad de trabajo que mostrarte. Anoche a las 9, después de 4 horas de trabajo continuo, acabé la obra. Ahora falta lo que Juan Ramón llama depurarla. Acaso la depuración estará acabada cuando vengas. No se lo cuentes a nadie, se trata al fin de mi Ifigenia. Se llama Ifigenia Cruel, y es cruel hasta por el esfuerzo que me ha costado. Está en verso, verso libre, libérrimo, incisivo y prosaico, está tallada a hachazos y más que en madera en roca. No quiero que acaricie, salgo todo lleno de rasguños y arañazos de tratar con ella. Es el último grito de mi juventud, de hoy en más no tendré un aliento de libertad como el que he tenido hasta llegar a ella”.

La temporada de Ifigenia Cruel se inicia este sábado y concluye el 11 de mayo en el teatro Jiménez Rueda (avenida de la República 154, colonia Tabacalera). Las funciones son jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 horas y domingos a las 18 horas. Se suspenden del 17 al 20 de abril y el primero de mayo.