Con un llamado a confiar en las instituciones del país, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, entregó un pergamino para reconocer a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por haber sido galardonada en diciembre pasado con el premio de Derechos Humanos otorgado por la Organización de Naciones Unidas (ONU).

En respuesta, el ministro presidente de ese órgano constitucional, Juan N. Silva Meza, subrayó que la máxima casa de estudios es una institución ‘‘comprometida históricamente’’ con los reclamos sociales. La UNAM ‘‘ha sido siempre un actor relevante que acompaña a la sociedad mexicana en las transformaciones de gran envergadura, como lo ha sido el proceso de reconstrucción constitucional por el que atravesamos’’.

En una ceremonia efectuada en el auditorio de la planta baja de la Torre de Rectoría, el presidente de la Corte señaló que no puede haber desarrollo sin respeto a los derechos humanos, no puede haber respeto a estas garantías sin seguridad y no puede haber paz sin respeto al estado de derecho.

‘‘Este premio debe entenderse como un eslabón de un proceso histórico, en el cual muchos mexicanos y muchas instituciones nacionales, incluida por supuesto la UNAM, han participado’’, sostuvo Silva Meza, quien agregó que la ONU galardonó a la SCJN en lo particular, pero en su debido alcance se trata de un reconocimiento para el Estado mexicano en su conjunto, ‘‘pues la Corte no se explica sin la nación, a la cual está obligada a servir’’.

Este reconocimiento internacional –destacó– ha sido entregado a personas y organismos vinculados con la búsqueda de un mundo más justo, más equitativo y claramente orientados por el respeto irrestricto a las garantías fundamentales. ‘‘A este selecto grupo se sumó la SCJN y nos resultó particularmente honroso, pues nunca antes, como se ha recordado, este galardón había sido entregado a un tribunal nacional o internacional, ni siquiera a una institución pública, lo que permitió apreciarlo en su justa dimensión’’.

En la ceremonia estuvieron presentes todos los ministros del máximo tribunal –con excepción del presidente de la primera sala, Jorge Mario Pardo Rebolledo–, así como funcionarios e integrantes de la Junta de Gobierno de la máxima casa de estudios.

En ese contexto, el rector Narro Robles subrayó que la sociedad debe tener confianza en sus instituciones, en sus autoridades y en los procedimientos que de ellas se desprenden. Destacó que así como se deben aceptar los problemas que agobian y afectan al país, de la misma forma se debe reconocer los avances que registra la vida institucional, ‘‘y éste es sin duda el caso de la SCJN’’.

Cierto es, agregó, que las decisiones que se toman en un cuerpo colegiado son discutibles, ‘‘pero uno se queda con tranquilidad cuando puede atestiguar que la discusión es absolutamente informada, movida por convicciones del estudio de los distintos casos que les toca decidir y determinar (…) A muchos nos consta que en esas discusiones lo que impera es la intención de impartir justicia y de hacerlo con la más amplia calidad’’.

El rector enumeró las razones por las que la UNAM otorgó la distinción a la labor de los ministros: por dar certidumbre, por brindar dignidad a uno de los poderes de la Unión, por ejemplificar muchas de las mejores virtudes de la República y por fortalecer la democracia.