El gobernador está debilitado, considera
Martes 8 de abril de 2014, p. 5
La detención y arraigo de Jesús Reyna, ex secretario de Gobierno de Michoacán, coloca ‘‘bajo una severa sospecha’’ a la administración de Fausto Vallejo Figueroa, aseguró el coordinador del PRD en la Cámara de Diputados y ex candidato perredista a la gubernatura de ese estado, Silvano Aureoles Conejo.
Si Reyna informó o no a Vallejo Figueroa de las conversaciones con líderes de la delincuencia organizada, aun así el gobernador ‘‘se debilita, porque si se le demuestra que negociaba con las fuerzas oscuras para ganar, ello lo pone en el escenario de que lo hizo de manera ilegal. Si quien operó la campaña actuó de manera ilícita, cometió delitos, la elección (de 2011) es ilegal’’, sostuvo.
Afirmó que más allá de los elementos aportados por la Procuraduría General de la República (PGR) sobre las reuniones que habría tenido Reyna con líderes de Los caballeros templarios, abundan las versiones populares sobre los vínculos de este personaje con la delincuencia organizada.
En Michoacán ‘‘eran un secreto a voces las presiones de fuerzas externas, al margen de la ley, que obligaron a los candidatos para que renunciaran o dieron la bendición a otros; todo mundo lo sabía’’.
Aureoles Conejo refirió que si bien compitió por la gubernatura con Vallejo Figueroa, no tiene elementos que le permitan considerar la necesidad de que también se investigue al gobernador.
‘‘Partiría de un supuesto: asumir que el hoy arraigado (Jesús Reyna) cometió las faltas que se dice, esto es, sí fue, se sentó y acordó con quién sabe quién, para afirmar que lo mandó el candidato’’, manifestó.
En esa hipótesis, agregó, si ‘‘se fue a sentar con los líderes de una organización que opera al margen de la ley’’, entonces tendría que haberlo hecho con la autorización de Vallejo.
‘‘Suena hasta lógico, pero no tengo elementos para afirmarlo. Que si él coordinaba la campaña y va y se reúne en las fechas y lugares y con quiénes, suena lógico que fue con el consentimiento.’’
El legislador perredista sostuvo que la investigación de la PGR debe determinar si la entrevista con Servando Gómez, La Tuta, fue por su cuenta o mantuvo informado de esas conversaciones a Fausto Vallejo. Cualquier posibilidad, señaló, ubica a Vallejo en un vicio de origen como gobernador.
Por su parte, el coordinador de Movimiento Ciudadano, Ricardo Monreal, planteó que la investigación contra Jesús Reyna debe ser conducida con cautela y apegada al debido proceso. ‘‘Se corre el riesgo de estar ante un michoacanazo bis. El arraigo al que (Reyna) está sometido huele a eso’’, declaró.
La diputada Lilia Aguilar Gil (PT) consideró por su parte que difícilmente Vallejo pudo no estar enterado de los encuentros de Reyna con la delincuencia. ‘‘La PGR debe clarificar qué otros funcionarios están involucrados en esta red de protección al cártel’’, dijo.