Ayer, con la discreción propia de la caballerosidad, varios ramos de flores adornaron el mausoleo donde yacen los restos de María Félix, quien hace un siglo nació, y en un día como hoy, murió. Las flores simbolizan los dos momentos de los mortales, pero en el caso de ella es apenas un detalle para una diva, que por definición es inmortal.

Su nombre real era María de los Ángeles Félix Güereña (Álamos, Sonora, 8 de abril de 1914-ciudad de México, 8 de abril de 2002), y fue una de las figuras femeninas mas importantes de la llamada Época de Oro del cine mexicano. Fue considerada una de las mujeres mas bellas del cine de su tiempo, y uno de los máximos mitos eróticos del cine de habla hispana. Enalteció a México al consolidar su figura como digna representante de la mujer mexicana ante todo el orbe, gracias a su papel protagónico en el cine europeo y nacional.

Es conocida con el sobrenombre de La Doña, que se ganó a partir de su personaje en el filme Doña Bárbara (1943). También es conocida como María Bonita, gracias al himno compuesto, exclusivamente para ella, como regalo de bodas por el compositor Agustín Lara. Completó una trayectoria cinematográfica que comprendió 47 películas realizadas entre México, España, Francia, Italia y Argentina.

Amada, respetada y criticada

El día de su entierro fue de tumulto, previo homenaje en Bellas Artes. En el camposanto, decenas y decenas de reporteros buscaron un lugar para ver algo. Era tal el gentío que muchos subieron a los mausoleos, pisaron tumbas, entre el pueblo, la prensa, familiares y amigos. Incluso llegó Thalía.

Todo en las coordenadas de la fosa 236 de la avenida 4A, donde fue llevado su cuerpo en vida deseado y que dejó de latir y respirar a la una de la mañana de un lunes. Dejaba este mundo una mujer que fue amada, respetada, admirada, pero también criticada por su temperamento fuerte, ceja alzada.

La efémeride del 8 de abril cita un cumpleaños y una muerte. El día que se comprimió el tiempo, la vida de María Félix.

Ese día, la marquesina del teatro Jorge Negrete de la Asociación Nacional de Actores (ANDA) fue cubierta con una manta en la que se leía MARIA FELIX, en extra bold, que a su vez ocultaba el título de la obra que ahí se presentaba: Regálamela de... cumpleaños. Como si el Charro Cantor la esperara con tal frase. Se la llevaron, pero no como él hubiera querido.

El 8 de abril de 2002 murió la mujer amada y criticada por su temperamento. Sobre estas líneas, la actriz en una imagen tomada del libro María Félix: una raya en el agua, editado por Sanborn Hermanos SA, en 1997

Llegaba la actriz para el adiós de sus amigos, de sus compañeros de profesión. Y, de alguna forma, sincronías y diacronías aparte, de Negrete.

Era el adiós a La Doña, a Doña Bárbara, a María Bonita, a Maclovia.

Hoy, a su recuerdo

Entre los actos que se realizarán hoy habrá proyecciones de películas como Doña Eugenia (1943), Tizoc (1957) y La cucaracha (1959). En la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se podrá ver Río escondido, dirigida por Emilio Indio Fernández en 1948, en copia de nitrato, a las 18:30 horas, en la Sala Julio Bracho del Centro Cultural Universitario. También se ofrecerá la función de La diosa arrodillada (Roberto Gavaldón, 1947), el 10 de abril a las 20 horas, y hasta el 16 del mismo mes, en la Cineteca Nacional.

En la estación Bellas Artes del Metro se inaugurará una exposición con vestuario de la actriz, y otra en Polanco con los carteles de sus cintas. Se emitirán boletos conmemorativos y una tarjeta recargable con la imagen de María. A un convoy de la línea 7 se le pondrá su nombre.

En la entrega 56 de los Premios Ariel, el 27 de mayo, habrá un homenaje póstumo. Al respecto, Blanca Guerra expresó ayer que sería imperdonable no recordar a la Félix. Nelson Carro, subdiretor de Programación de la Cineteca informó que el homenaje nacional a María estará a la altura del que recibió Octavio Paz.

Ayer, en la Casa de Francia, se presentó el libro La Diabla frente al espejo, escrito por Fausto Alatorre Betancourt. Hoy, en la Cineteca, se impondrá el nombre de María Félix a la Librería Educal. El Club de Admiradores María Félix, La Doña, anunció que irá al Panteón Francés, donde se encuentran los restos de la diva, para honrarla, pero en esta ocasión le llevarán un regalo: una estatua de más de tres metros de altura. Es un regalo que le queremos hacer a María. No estamos lucrando con su nombre, ni le estamos pidiendo dinero a nadie para hacerla, aclaró Alejandro Martínez, presidente del club.