Inseguridad en la periferia
El crimen, al acecho del DF
Escudo Centro, la vacuna
l anuncio hecho por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, con el que se establece un sistema de seguridad tendiente a evitar, cuando menos, el aumento de la criminalidad en el estado de México, es apenas una parte del problema que atañe ahora a todo el valle de México, es decir, también a la capital del país.
Los estados de Morelos, Hidalgo y de México, desde luego, sufren hace ya algún tiempo los crímenes de las bandas organizadas, que día con día amenazan con cruzar la línea para iniciar su labor de muerte en el Distrito Federal. Los datos que nos hablan de lo que sucede en los municipios colindantes con las delegaciones de la ciudad de México advierten que el problema es cada vez más serio, cada vez más alarmante.
En Morelos, donde gobierna Graco Ramírez –a quien alguien le dijo que militaba en la izquierda, pero él ni por enterado–, hoy se ha citado a más de un centenar de organizaciones –108 para ser exactos– que marcharán por las calles de su capital, Cuernavaca, para pedir la renuncia de ese militante del PRD, cuya cercanía ideológica y laboral con el PRI de Peña Nieto parece no haberle resultado para hacer buen gobierno, y ahora el reclamo general amenaza con exhibir su fracaso.
La situación en esa entidad, Morelos, se agrava conforme transcurre la administración de Graco. Los datos que maneja la iniciativa privada organizada advierten que el miedo a la violencia en la capital del estado hizo que en los bares y las discotecas la presencia de visitantes cayera hasta 70 por ciento.
En enero de este año ya se habían reportado 12 secuestros y 47 extorsiones; las cifras actuales parecen confirmar un aumento en los hechos delictivos, pero además hoy se cumple el plazo de 18 meses que el gobernador pidió a la población para terminar con el crimen organizado, y los datos sólo hablan de la ineptitud de Graco Ramírez, quien hoy también sorprenderá a la población de la entidad con un nuevo plan, tal vez de otros 18 meses, para el mismo fin.
Pero en el estado de México las cosas parecen más graves. En cuanto a la extorsión, según las cifras actualizadas, esa entidad tiene el primer lugar nacional. En enero hubo 645 hechos delictivos de ese tipo, pero además tiene el tercer lugar en cuanto a secuestros, luego de Tamaulipas y Michoacán, y los crímenes cometidos por la delincuencia organizada siguen al alza. Sólo en Cuautitlán Izcalli se han reportado 39 homicidios en los primeros tres meses del año.
Y nada mejor que decir de Hidalgo, la entidad de nacimiento del secretario de Gobernación. En aquel lugar el terror ha empezado a ensombrecer la vida cotidiana de la gente. Hay poblados en los que se habla de tres a cuatro secuestrados por semana, y aunque la vigilancia de la policía estatal parece constante, la delincuencia sigue en aumento.
Y ¿cuánto le durará la vacuna al DF? Se diga lo que se diga, el ejemplo de honestidad que dejó el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en la capital del país creó una especie de vacuna contra muchos de los hechos recurrentes del crimen organizado, y aunque no se puede decir que no existen, aún es posible hablar de hechos aislados
.
Hoy día, para Miguel Ángel Mancera, quien ha visto desde hace buen rato cómo el crimen ha rodeado a la capital del país, es prioridad dar fuerza a lo que él mismo calificó de “Escudo Centro, estrategia que pretende inhibir el acceso de delincuentes al DF, y que muy probablemente ha tenido éxito. Por lo pronto, en lo que va del año se ha detenido a cuando menos medio centenar de personas por delitos diversos, en los 31 puntos de revisión, con el apoyo de 16 módulos rodantes de la SSP en la zonas limítrofes con el estado de México. Ojalá y eso sí sirva.
De pasadita
Habrá que entender a la gente, es decir, a los votantes, a los ciudadanos cuando dicen no
. En Coyoacán los habitantes de esa delegación no quieren tener parquímetros en sus calles, y eso lo deberían respetar las autoridades. Eso, el respeto por la gente, no se le puede pedir al delegado Mauricio Toledo, pero Miguel Ángel Mancera, como jefe de Gobierno, sí puede acompañar la voz de los ciudadanos. ¿O, no?