En su interior, de manera discreta, el PRI inició su ruta hacia las elecciones de 2015, y recuperar la mayoría en la Cámara de Diputados, perdida hace 17 años y seis procesos federales.

Para los comicios locales del próximo 6 de julio en Coahuila y Nayarit –la última parada del camino–, el tricolor afina su maquinaria y organización electoral, esa que le permitió regresar a Los Pinos en 2012, y avanzar en la preferencia de votos el año pasado, en 14 estados del país.

Con un padrón de casi seis millones de militantes entregado este mes al Instituto Federal Electoral (IFE), y una campaña nacional de afiliación con la que pretende rebasar 10 millones de priístas, es la base inicial, cifra que representaría 13 por ciento de los 77 millones de electores del listado nominal.

Además, prácticamente ha concluido el proceso de renovación de sus dirigencias estatales, y está en marcha el proceso de fortalecimiento e integración de sus comités municipales, incluyendo los delegacionales en la ciudad de México, donde, según sus dirigentes, tienen fundadas esperanzas de recuperar terreno en las elecciones del próximo año.

Pero la misión inmediata en los comicios de estas dos entidades –que eligen diputados locales, y en el caso de Nayarit, también alcaldes y regidores– es ganar todos los cargos en disputa. En Coahuila, cuyos tiempos electorales van más avanzados, el PRI ya registró la coalición parcial con los partidos Verde y Nueva Alianza, y con los comités estatales de cinco institutos de la entidad. Esta fórmula PRI-PVEM-Panal se pretende repetir en Nayarit.

César Camacho, líder nacional del PRI, aseguró que las elecciones locales de Coahuila y Nayarit serán la avanzada del triunfo en las elecciones federales de 2015. Estarán en juego la Cámara de Diputados, pero también habrá comicios locales en 17 entados, nueve de ellos para gobernador.

El secretario de organización, José Encarnación Alfaro, definió a estos comicios como la punta de lanza con la que el partido abrirá la brecha hacia el triunfo mayoritario de 2015.

El PRI afina ya su programa operativo y las estrategias que pondrá en marcha para las elecciones de 2015, donde, según ha expresado el secretario Alfaro, se recurrirá a un trabajo de neurocirugía política, de sección por sección, porque es ahí donde se gana o se pierde una elección.

Nos estamos preparando con muchísimo tiempo de anticipación, identificando amenazas, fallas, debilidades, pero también, descubriendo y aprovechando las fortalezas y las áreas de oportunidades, señaló.