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Balance de la Jornada

Del chiquitibum a los cánticos copiados

Herrera insiste en su base; panorama incierto en Brasil

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Jesús Molina, del América, y Jorge Chatón Enríquez, del Guadalajara, durante el partido de la fecha 13. La derrota dejó a los rojiblancos fuera de la zona de liguilla, mientras las Águilas ascendieron al cuarto sitioFoto Jam Media
E

n el Mundial México 1986 un comercial cervecero acaparó la atención de propios y ajenos y lanzó a la fama a Mar Castro. La modelo, quien aparecía como porrista futbolera, se movía al ritmo de la porra de aquellos años y fue conocida como la chica Chiquitibum.

Era una época de saldo blanco en las tribunas de nuestro futbol, de porras familiares y el cántico que se entonaba era al compás de a la bio, a la bao, a la bim bom ba. Tiempos que se añoran, en un balompié que pasó del chiquitibum a esos cánticos sudamericanos de oe, oe, oe y de las mismas tonadas para todos (o casi todos) los equipos de México.

La porra del América pasó de llamarse Amigos a Monumental y Ritual del Kaoz. En Ciudad Universitaria los aficionados que asistían eran ingeniosos, pero ahora tienen a la Rebel, que se agenció el México 68 como si fuera suyo y hasta se da el lujo de comercializar la marca del club.

Sólo son dos ejemplos de un futbol que copió lo malo de los hinchas sudamericanos, aunque ahora el directivo tuzo Andrés Fassi quiera quitarse culpas al respecto.

Los diputados aprobaron la llamada ley antiviolencia, que incluye mandar a la cárcel a los que ven en un balón el pretexto para agredir. El segundo paso sería que los dueños de los clubes destruyeran al Frankenstein que crearon –con pagos, boletos y viajes gratis y otras canonjías– y que ahora no saben cómo controlar.

Jorge Vergara, el criticado propietario de las Chivas, fue el único que habló de desaparecer esas barras. Los demás, además del federativo Decio de María, se pronunciaron por su continuidad con el pretexto de que dan color a la tribuna. Al parecer, sólo harán algo hasta que ese color sea aún más rojo.

En lo que toca a la cancha, el descenso es lo que acapara la atención. Atlas tuvo puntería de apache y aprovechó la fragilidad defensiva del aún superlíder Cruz Azul.

El Veracruz obtuvo un sufrido triunfo sobre el Pachuca y, con su promedio de subibaja, está a cuatro unidades de la salvación cuando faltan 12 por disputarse. La nota mala, o tal vez buena por lo que ha sido esta campaña, es la operación a Ángel Reyna, quien con sus acostumbrados pleitos y desplantes terminará peor un torneo que empezó mal, mientras el Puebla rescató de último momento un puntito frente al León y se alejó a cinco del sotanero Atlante.

Los Potros, que perdieron ante Monterrey, parecen condenados al descenso. Sería una lástima para un conjunto que fue llamado el Equipo del Pueblo y que cuenta con la Tito Tepito, la única porra que permanece fiel a sus orígenes, sin imitar a las barras bravas.

Por otra parte, el panorama del Tri comienza a oscurecerse. Para el duelo ante Estados Unidos, Miguel Herrera sigue con su base (venida a menos) americanista. En palabras asegura que convocará a los que están en mejor momento, pero en los hechos llama a siete amarillos que en la liga andan dando tumbos, aunque ayer abusaron de las Chivitas. Todos los técnicos, y más los de las selecciones, se mueren con la suya. Así lo hará el Piojo.

Luego de un dudoso inicio de torneo, lo positivo para el Tri fue el doblete de Oribe Peralta, quien recuperó su instinto goleador ante unos Pumas huérfanos de Martín Bravo.

Además, Javier Hernández aprovechó los pocos minutos que le da David Moyes y anotó un gol que gritó hacia adentro, lo que refleja su inconformidad. El Chicharito realizó su clásica finta a primer palo y corrió al segundo, donde estiró la pierna y marcó una anotación que festejó tan sólo con los brazos extendidos.