Alrededor de 2.2 millones de personas se ocupan en México como trabajadoras domésticas remuneradas, un universo laboral cercano al que emplea el gobierno en sus tres niveles, el cual fue de 2.4 millones de burócratas al término de 2013, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Los empleados domésticos representan 15.8 por ciento de la ocupación en el sector informal de la economía, referido como todas aquellas actividades económicas de mercado que operan a partir de los recursos de los hogares sin constituirse en empresas, apuntó el organismo, y precisó que se trata de una actividad primordialmente femenina, ya que 95 de cada 100 personas que laboran en ella son mujeres.

Por cada hombre que se ocupa en el trabajo doméstico remunerado hay 19 mujeres en esta actividad; es decir, 111 mil hombres y 2 millones 106 mil mujeres en ese universo laboral.

A propósito del Día Internacional del Trabajo Doméstico, el Inegi detectó que la edad promedio de las trabajadoras domésticas es de 40.2 años y un tercera parte precibe ingresos hasta de un salario mínino o menos, además de que 76.1 por ciento no goza de ninguna prestación laboral.

Con base en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (Enoe), el organismo encontró que sólo dos de cada 100 personas ocupadas en esas actividades cuenta con acceso a servicio de salud, como prestación laboral.

En 2013, 96 de cada 100 trabajadores domésticos declararon no tener una relación laboral en la que medie un contrato por escrito; sólo 2.2 tiene un contrato escrito, 0.8 por ciento cuenta con un contrato por tiempo indefinido y el resto tiene contratos temporales o no especificó el tipo de contrato, señaló el organismo.

Según la Enoe, los trabajadores domésticos remunerados laboran en promedio 31.5 horas a la semana, pero 1.1 millones de personas en esta actividad cumplen jornadas de 35 horas o más a la semana.

Aun cuando el trabajo doméstico constituye una actividad económica informal, genera un valor equivalente a una quinta parte del PIB y contribuye a la generación de riqueza en la economía formal. Durante 2012, el valor económico del trabajo no remunerado doméstico y de cuidados fue de 3 billones de pesos, lo que representó el 19.7 por ciento del PIB, según la Cuenta Satélite del Trabajo No Remunerado de los Hogares en México de ese año.

Las entidades con mayor número de habitantes dedicados al trabajo doméstico remunerado son: estado de México, Distrito Federal, Veracruz, Jalisco, Puebla, Guanajuato y Michoacán.