EU no necesita invadir a nadie, dice; amaga con más sanciones
Miércoles 26 de marzo de 2014, p. 24
La Haya, 25 de marzo.
Rusia es una potencia regional que está amenazando a algunos de sus vecinos no por fortaleza, sino por debilidad
, aseveró este martes el presidente estadunidense, Barack Obama, al condenar una vez más la anexión de la península de Crimea a la Federación Rusa.
Estados Unidos, sostuvo Obama, es la nación más poderosa del mundo. Tenemos considerable influencia sobre nuestros vecinos. Por lo general no necesitamos invadir a otros para tener una fuerte relación de cooperación con ellos
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En paralelo a la tercera una cumbre de seguridad nuclear celebrada en esta ciudad holandesa, Obama y sus aliados de la Unión Europea aseveraron que no vacilarán en imponer sanciones económicas más duras a Rusia en represalia por la anexión de Crimea, y en caso de que Rusia intente una incursión militar en las zonas este y oeste de Ucrania.
Agregó que Estados Unidos está dispuesto a imponer sanciones en sectores fundamentales como el energético, armamentístico, de servicios financieros y comercio, aun cuando éstas tengan impacto sobre el resto del mundo. Europa, que tiene otro tipo de nexos económicos con Rusia, y que en el caso de muchos países, depende de su gas y su petróleo, ha aplicado con cautela sus sanciones contra Moscú.
Obama aseguró que la situación de Crimea nada tiene que ver con la de Kosovo, donde miles de personas eran asesinadas por su gobierno
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Anders Fogh Rasmussen, secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, afirmó que todos los aliados de la OTAN pueden estar seguros de nuestra determinación para aportar una defensa efectiva (...) Tenemos en vigor todos los planes para suministrar una defensa efectiva a nuestros aliados
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En el terreno, las fuerzas rusas asaltaron hoy el último barco con bandera ucrania en Crimea que estaba en el lago Donuzlav, mientras se informó que el líder del principal movimiento de extrema derecha ucranio, Pravy Sektor, murió el lunes en un tiroteo con policías que se disponían a detenerlo en Rivne, en el oeste del país.
