En la delegación Iztacalco, salir más temprano o faltar un día al trabajo cuesta entre 50 y 150 pesos por empleado, entre la plantilla de base asignada los fines de semana y días festivos, según una denuncia presentada en la Contraloría General del Gobierno del Distrito Federal.

De acuerdo con la queja promovida por Cuauhtémoc Ventura Reyes y Virginia Jiménez, adscritos al Centro de Artes y Oficios del barrio Los Reyes, los hermanos Ernesto y Héctor López Martínez, del área de supervisores, les han dicho que por instrucciones de sus superiores deberán pagar esa cuota, para evitar que sean vigilados en sus áreas de trabajo.

Nunca, según los trabajadores de base, se habían dado estas extorsiones, pues era común que los anteriores supervisores acudieran a checar la entrada entre 8 y 10 horas y la salida de 18 a 20 horas.

Si llegabas tarde, lo reportaban como una incidencia, y cuando iban a las seis de la tarde y ya no había actividades te autorizaban retirarte, y si necesitabas faltar un día podías solicitarlo a cuenta de vacaciones o con las compensaciones a las que tenías derecho cuando en tu expediente no tenías faltas en un mes, refirió Ventura Reyes.

Sin embargo, esta situación cambió desde finales de diciembre del año pasado, cuando Héctor López Martínez, supervisor asignado al Centro de Artes y Oficios del barrio Los Reyes, les hizo saber las nuevas disposiciones. Cada trabajador tenía que dar 50 pesos por salida y si querían faltar, 150 pesos, precisó.

Ante la negativa a aceptar la orden, indicó que desde entonces han sido objeto de hostigamiento y reciben constantes llamadas y mensajes durante el día del supervisor, sobre si están en su centro de trabajo y a la hora que acudirá. En algunas ocasiones no se ha presentado, y ni siquiera podemos salir a comer, ante el temor de que llegue y no nos vea, apuntó.

Otras veces les notifica que llegará por la tarde, pero dos minutos antes de que sean las ocho de la noche, les envía un mensaje: Si quieren ya vallanse (sic), según consta en los textos enviados desde su celular.

Ante esa situación, relató que acudieron a quejarse con el jefe de supervisores del personal, Ernesto López Martínez, quien simplemente les corroboró que eran las instrucciones que tenían y que no tendrían problemas, porque en la delegación hay golpeadores que vienen de arriba.

En el documento los trabajadores piden a las autoridades que se investiguen estos hechos y se sancione a esos funcionarios, tras señalar que tan sólo en una de las ocho rutas hay ocho espacios abiertos durante los fines de semana.