Si en México se autoriza el cultivo comercial de maíz transgénico se iría a contracorriente de lo que han hecho países desarrollados, donde realmente se toma en cuenta a las instituciones públicas sin conflicto de interés y en beneficio de la población, sostiene Elena Álvarez Buylla, coordinadora del libro El maíz en peligro ante los transgénicos.

México iría para atrás, en contra de su propia biodiversidad, cultura, gente y soberanía, indica luego de que se conoció hace unos días la prohibición en Francia del cultivo de maíz transgénico Mon 810 de la empresa Monsanto.

La experta, quien dirige el laboratorio de genética molecular del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México, sostiene que aun en Estados Unidos se discute el tema y se les cierra el paso en Europa, Perú y Chile.

En México, donde ya se han realizado cultivos experimentales y piloto de maíz transgénico, tendría que consultarse a los científicos de manera transparente para cotejar los estudios hechos en Europa en torno a esta y otras variedades de Monsanto.

“Como ciudadanos deberíamos exigir. El gobierno tiene toda la obligación de hacer honor a esa petición.

Hay estudios que se acumulan en torno a los posibles impactos a la salud, tanto de la proteína recombinante como de los insumos agrotóxicos que se usan. Es importante evitar este tipo de alimentos, señala.

En entrevista, destaca que una de las conclusiones del libro es que para México los transgénicos no son viables y hay riesgos en la salud y para el ambiente, además de que tienen insuficiencias tecnológicas probadas y no han aumentado los rendimientos. Aun si hubieran sido exitosos, desde el punto de vista tecnológico, tienen gran cantidad de implicaciones no deseadas en salud, medio ambiente, economía campesina, y para la autonomía y soberanía de los pueblos originarios.

Con este libro se hace un exhorto a los colegas mexicanos al debate de fondo con personas que de manera manifiesta puedan demostrar estar exentos de conflicto de interés, explica.