Amado Yáñez Osuna, uno de los principales accionistas de la empresa Oceanografía, se presentó este fin de semana en compañía de sus abogados ante las autoridades ministeriales para aportar pruebas en su defensa. En tanto, la Procuraduría General de la República (PGR) informó anoche haber solicitado su arraigo a un juez federal a fin de allegarse de mayores pruebas y elementos que deriven en una probable consignación por el presunto delito de fraude.

Al cierre de esta edición, el dueño de Oceanografía continuaba declarando ante los agentes del Ministerio Público Federal, y sus abogados recibieron la notificación del arraigo de su cliente, porque las imputaciones que enfrenta son consideradas graves.

Los datos difundidos por los funcionarios consultados indican que la tarde del pasado sábado Yáñez acudió a las instalaciones de la Subprocuraduría Especializada en Investigación contra la Delincuencia Organizada (Seido), para conocer con precisión la investigación que realiza ese instancia de la PGR por los delitos de lavado de dinero y fraude por más de 100 millones de pesos.

La PGR mantuvo durante casi todo este domingo hermetismo respecto a la comparecencia voluntaria de Yáñez. Por la noche emitió el comunicado donde informa de la solicitud de arraigo.

Armando Yáñez Correa y su hijo Amado enfrentan una querella penal que presentó la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ante la PGR, por presunto lavado de dinero de más de 100 millones de pesos, y por defraudación fiscal, revelaron fuentes consultadas.

Oceanografía también enfrenta demandas judiciales de carácter civil y mercantil en juzgados mexicanos desde 2010, principalmente por falta de pago a varios de sus acreedores fiduciarios y/o bancarios, así como a proveedores de la firma que encabeza Amado Yáñez Osuna, según consta en registros de varios órganos jurisdiccionales consultados por La Jornada.

Demandas en Estados Unidos

De igual forma, entre 2001 y 2013, la empresa y su propietario, Amado Yáñez, fueron objeto de al menos 30 demandas civiles ante las cortes federales de Estados Unidos, según registros ofciales.

Las querellas describen una conducta recurrente de incumplimientos y fraudes, en los que Yáñez siempre siguió la misma estrategia de alargar los procesos hasta, finalmente, llegar a un arreglo con los demandantes.

Yáñez es propietario del club de futbol Gallos Blancos de Querétaro, y administraba los recursos de Oceanografía, empresa fundada en 1967.

La firma tiene unos 87 barcos y el año pasado anunció planes de expansión para llegar a cien embarcaciones, con una inversión de mil 500 millones de dólares.

Entre 2011 y 2013 obtuvo al menos 43 contratos de Pemex Exploración y Producción por más de 11 mil 500 millones de pesos por labores de reparación, mantenimiento y rehabilitación de pozos, transporte e instalación de plataformas, y construcción de gasoductos y oleoductos.

El mes pasado la PGR tomó el control de la empresa de Yáñez acusado de falsificar documentos, incumplimiento de contratos a Pemex y un fraude a Banamex.

En Estados Unidos, Yáñez tuvo, por lo menos hasta 2011, residencia en una mansión de Sugar Land, uno de los suburbios más lujosos de Houston, y para sus negocios en Estados Unidos creó varias sociedades con nombres como Sea Horse Marine, OSA International LLC y Con-Dive LLC.

En febrero de 2012, por ejemplo, la firma Wells Fargo Equipment demandó en Minnesota a Yáñez, Sea Horse y Oceanografía, luego de que la empresa incumplió los pagos de un crédito de 9.5 millones de dólares, otorgado en 2006 para la compra de un avión ejecutivo Lear Jet 45.

Al momento de la demanda Yáñez aún debía 7.2 millones de dólares.

Diamond services, una empresa de Louisiana, demandó en julio de 2011, luego de que Oceanografía dejó de pagarle el alquiler del buque Kristen Grace, utilizado desde 2002 para servicios a Pemex.

Yáñez no sólo dejó de pagar, sino que utilizó el Kristen Grace como garantía para tres créditos hipotecarios que sumaron 3.6 millones de dólares.

Cuando devolvió el barco debía un millón de dólares de rentas, y el navío requirió reparaciones por 1.8 millones de dólares.

En junio de 2009, la firma Adams Offshore demandó en Alabama a Oceanografía y entidades relacionadas, por daños de 7 millones de dólares derivados de la falta de pago de la renta y uso indebido del buque M/V Ocean Commander.