A pesar de la falta de cifras oficiales, se estima que en la ciudad de México existen al menos 5 mil 500 niños y niñas en situación de desamparo, los cuales, luego de ser abandonados por sus padres o encontrarse éstos en un pleito legal, fueron a parar a albergues o casas hogares, aseguró el relator por los derechos de la infancia de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Javier Conde.

En entrevista, manifestó que esa problemática reviste un carácter de gravedad, pues se desconoce el número de albergues o casas hogares privadas que operan en esta capital y cuántos menores de edad están atendiendo, por lo que resaltó la iniciativa de ley de cuidados alternativos que presentará mañana el diputado local del PRD Efraín Morales a la Asamblea Legislativa, con la cual se busca poner orden en cuanto a esa situación infantil.

Al respecto, el legislador capitalino comentó que esa iniciativa se trabajó con siete dependencias del gobierno de la ciudad y 70 organizaciones de la sociedad civil, y se cabildeó con integrantes de varios grupos parlamentarios representados en la ALDF para que pueda ser aprobada este año y entre en vigor el primero de enero de 2015.

Morales coincidió con Paula Ramírez, representante de Unicef-México, en que no hay un diagnóstico en el DF de cuántos niños se encuentran en esa situación de desamparo, dónde y cómo se encuentran, y que casos como los de Casitas del Sur y la guardería ABC han dejado al descubierto algunas de las anomalías que ocurren con esos infantes.

En ese tema, mencionaron, las autoridades todavía tienen un pendiente por atender y resolver.

Georgina Ibañez, representante de la casa hogar Quinta Carmelita, comentó que 70 por ciento de los niños en desamparo están en albergues privados, según datos que se conocieron en 2011, y aquí el problema no es que los alojen ahí, sino que no debería haber instituciones albergando niños, sino niños en familias fortalecidas, con sus familias de origen.

En Quinta Carmelita, dijo, acogemos a muchos niños que llegaron de Oaxaca, Veracruz y Chiapas con sus padres, pero ante la situación tan crítica que viven aquí, deciden abandonarlos.