Hay acuerdos con comuneros de Chorijoa y Sejaqui que vendieron sus tierras: titular de la CEA
ya no hay demandas que frenen las obras
Domingo 23 de marzo de 2014, p. 26
Hermosillo, Son., 22 de marzo.
Ya no hay demandas agrarias o judiciales que detengan la construcción de la presa Pilares en el municipio de Álamos, al sur de Sonora, informó Enrique Martínez Preciado, director de la Comisión Estatal del Agua (CEA).
La construcción de la presa Pilares tiene avance de 7 por ciento y se espera que esté concluida, al igual que las obras de compensación, en 2016.
Manifestó que los ejidatarios de las comunidades de Chorijoa y Sejaqui, que solicitaban un mejor precio por sus tierras, llegaron a un acuerdo con el gobierno estatal, y junto con la administración federal les van a construir de nuevo sus comunidades, a unos kilómetros de sus actuales poblados, pues estos últimos quedarán bajo el agua del embalse.
“Vamos a realizar obras de compensación, por llamarlo así, juntos, el gobierno del estado y el federal.
En la comunidad San Bernardo se introducirá una red de agua potable y otra de drenaje y se harán inversiones para que esa infraestructura dure más. Estamos construyendo además dos pueblos, casi 70 casas, ya se está empezando con los trazos de esos dos nuevos pueblos
, comentó el funcionario durante una entrevista.
Manifestó que en todo el proceso de construcción de nuevas comunidades y mejoras a la infraestructura en la zona se invertirán más de cien millones de pesos.
Uno es Chorijoa, que será reubicado. La comunidad seguirá llamando así al nuevo pueblo, que tendrá pozo de agua, instalaciones de drenaje y podrá crecer de forma más ordenada”, estará bien trazado, comentó Martínez Preciado.
Les construirán 67 viviendas
Dijo que en Chorijoa se construirán 47 viviendas y en Sejaqui 20. En ambos pueblos se edificará también una plaza pública e iglesias.
No supo el precio que se pagará a los ejidatarios por las tierras que van a ser inundadas, pero expuso que parte fundamental del acuerdo para que retiraran la demanda presentada en un tribunal agrario en Cajeme, ante su inconformidad por el precio que iban a pagarles, era la construcción de sus pueblos en una nueva localización cercana.
A finales del año pasado los ejidatarios informaron que habían accedido originalmente a vender a cinco pesos el metro cuadrado, pero posteriormente habían emprendido procesos legales para que fueran 20 pesos los que se les entregara por ese mismo espacio.
Este incremento se debe a que originalmente les habían prometido que serían accionistas de una planta hidroeléctrica, la cual ya no se va a construir en la zona.
No quiere decir que no surjan en este tipo de obras, siempre pueden haber situaciones imprevistas, pero en este momento no tenemos ningún impedimento legal, hay acuerdo con todos los pequeños propietarios que nos vendieron sus tierras, hay acuerdos nuevos
, manifestó Martínez Preciado.