Preocupada por el destino de su obra plástica tras sufrir un derrame cerebral, la artista visual Marysole Wörner Baz (Distrito Federal, 1936) ha aprovechado la oportunidad de donar su acervo a la Fundación Carlos Slim (FCS) en una acción atípica, porque ésta no colecciona obra contemporánea, expresó Alfonso Miranda, director del Museo Soumaya.

Tampoco significa que la FCS, cuya colección se detiene en la Ruptura, vaya a tomar esa ruta, aunque la producción de Wörner Baz fue descrita como rupturista y autodidacta. Miranda agregó que antes de Wörner Baz, quien más copiosamente estaba representado era Juan Soriano.

La donación se dio a conocer el jueves 20 de marzo en la apertura de Marysole Wörner Baz. Escultura en el Antiguo Atrio del templo de San Franciso, en el marco de la 30 edición del Festival del Centro Histórico y con autoridades de la Fundación del Centro Histórico. Las 13 piezas que conforman la exposición son la punta de lanza de la donación que será por partes, indicó Miranda. Actualmente están en resguardo 60 obras, básicamente escultura en metal y piedra, pero también óleos y dibujos, aunque estamos hablando de alrededor de 300, que abarcan seis décadas de creación.

Wörner Baz no recibió ninguna retribución a cambio, sin embargo, la FCS se compromete a conservar la obra, así como investigar y difundirla. Después de permanecer tres mes en el Antiguo Atrio, ubicado en Madero 7, Centro Histórico, la muestra itinerará a una larga lista de centros comerciales-culturales abrazados por el Grupo Carso, dentro y fuera de la ciudad de México.

Estos son: Plaza Carso, Pabellón Polanco; Ciudad Jardín, Ciudad Nezahualcóyotl; Plaza Altabrisa, en Tabasco y Mérida; Centro Comercial Nuevo Veracruz; Plaza San Luis, San Luis Potosí; Plaza Loreto, San Ángel; Plaza Inbursa, Tlalpan; Plaza Insurgentes, colonia Roma; Plaza Imagen, Forum Coatzacoalcos y plazas Satélite y Universidad, dijo Alfonso Salem, presidente de Inmuebles Carso. Las de Ciudad Jardín y Centro Comercial Nuevo Veracruz serán muestras paralelas.

Marysole, quien se veía muy recuperada de sus problemas de salud, dio las gracias por haberme quitado esta piedra de encima. En su afán de sentir nuevamente, pidió que le quitaran estas marañas de la cabeza, que quiero vivir libremente. ¿Usted sabe lo que es cargar 77 años de trabajo encima y no saber qué hacer, porque es todo lo que has hecho en tu vida?.

En mi montaña, cargando mi obra

Precisó: Todo esto comenzó porque me dio un derrame cerebral y andaba ya con la inmensa preocupación de qué voy a hacer con todo lo que tengo. Se lo planteé a Héctor (Palhares, curador del Museo Soumaya, que hizo su tesis de maestría sobre la artista) cuando llegó a mi casa a darme el pésame por la muerte de mi hermano (el arquitecto Juan Wörner Baz). Se fue con la preocupación y me quedé como siempre en mi montaña, cargando mi obra.

A los ocho días Palhares le habló para informarle que había una propuesta, que el Grupo Carso quiere hacerse responsable de tu obra, si se la das. Me pellizcaba y decía, como que no puede ser. Luego, se comunicó Miranda para formalizar la donación.