No se sancionan trangresiones de funcionarios ni de la Iglesia
Viernes 21 de marzo de 2014, p. 37
Hay un reblandecimiento de la cultura laica en la clase política mexicana
, lo que es sumamente grave y peligroso, porque esa condición es vital para la convivencia democrática y pacífica y para la pluralidad. Si se pierde está en riesgo el Estado constitucional
, advirtió Pedro Salazar Ugarte, coordinador de la cátedra extraordinaria Benito Juárez de la UNAM.
En la Semana Internacional de la Cultura Laica, realizada en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la máxima casa de estudios, Salazar Ugarte, coordinador de dicho foro, señaló a La Jornada que a pesar de que la Constitución es clara
en el artículo 130 y en la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público respecto a los límites en la relación entre la religión y la política, constantemente hay fallas y actos de claudicación
tanto de actores políticos como de la Iglesia católica mexicana.
Puso de ejemplo las recientes consagraciones de estados y municipios a deidades determinadas
y la absurda penalización del aborto
, y lamentó que las transgresiones al Estado laico, tanto por funcionarios públicos como por confesiones religiosas, no se sancionen conforme a la ley.
El problema, dijo, es que la Secretaría de Gobernación ha sido completamente omisa; no sanciona ni a los servidores públicos ni a las iglesias, por lo que el gobierno federal también es corresponsable”.
En tanto, el constitucionalista Diego Valadés, del IIJ, subrayó que a pesar de que ha habido vulneraciones a la laicidad del Estado, la respuesta del gobierno mexicano a la propuesta del Vaticano enviada al Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre la familia, son muestras de que también hay avances significativos
en la materia.
Esta semana se dio a conocer que México no avaló la sugerencia a la ONU de que recomendara preservar y proteger la institución natural de la familia
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