Moscú, 20 de marzo.

Los diputados de la Duma aprobaron este jueves –por 443 votos en favor y tan sólo uno en contra– la ley constitucional que incorpora a Crimea y Sebastopol como nuevas entidades de la Federación Rusa, mientras los diputados de la Rada en Ucrania adoptaron, con mayoría de 274 votos, una resolución en la que califican de territorio ocupado la estratégica península.

El trámite parlamentario continuará este viernes en el Consejo de la Federación, o Cámara alta, para quedar lista la ley para ser promulgada por el presidente Vladimir Putin, concluyendo así, desde el punto de vista de la legislación rusa, el procedimiento de incorporación de Crimea y Sebastopol a Rusia.

Se espera que también este viernes, más o menos a la misma hora pero en Bruselas, el primer ministro de Ucrania, Arseni Yatseniuk, firme los apartados políticos del acuerdo de asociación de Ucrania con la Unión Europea, un documento que alejará aún más a Kiev de Moscú.

La Duma, como se esperaba, brindó un respaldo prácticamente unánime a la adhesión de Crimea, por lo cual el canciller Serguei Lavrov, a quien el mandatario ruso encargó presentar la ley, no tuvo que argumentar mucho y se limitó a reiterar la posición de Rusia, expuesta por Putin en su mensaje a la nación del 18 de marzo, día que se firmó el acuerdo intergubernamental sobre la incorporación.

Lavrov recordó que esta ley establece un período de transición hasta el primero de enero de 2015, fecha en que Crimea deberá quedar integrada a Rusia en lo que respecta a legislación, sistema político, moneda, finanzas, bancos, impuestos y muchos otros aspectos.

El único diputado que votó en contra, el socialdemócrata Ilia Ponomariov, en su blog en Internet, explicó: Crimea es rusa y por justicia debe quedar integrada en la Federación, así lo demuestran la voluntad de la mayoría de los habitantes de Crimea y la mayoría de los rusos, pero creo que las mejores intenciones nos hicieron cometer un gran error político: voto en contra de la guerra.

Y agregó: Este error puede ser trágico para dos pueblos hermanos, el ruso y el ucranio, e incluso para toda la idea de la unidad eslava y, desde luego, aumenta la probabilidad de que nuestro vecino ingrese a la alianza noratlántica, lo cual va a crear nuevas amenazas a la seguridad en Europa y, en particular, en Rusia.

Por su parte, los diputados de la Rada, en un gesto más bien simbólico, en la medida en que son conscientes de que nada pueden hacer para recuperar ese territorio ocupado, aprobaron una resolución sobre la liberación de Crimea, en la que aseguran que Ucrania no cesará su lucha por liberar Crimea, por larga y dolorosa que ésta sea porque el pueblo ucranio nunca reconocerá la anexión de la península.

El gobierno de Ucrania estudia alternativas para suspender el acuerdo de supresión de visas con Rusia, pues tiene 3 millones de ciudadanos suyos en trabajos temporales en Rusia y serían los primeros afectados. Podría establecer mayores controles en la frontera, por ahora.

El canciller ruso Lavrov calificó de acción antirrusa de corte propagandístico la decisión de Ucrania de salirse de la Comunidad de Estados Independientes, aunque dijo que Rusia no se propone retener a nadie por la fuerza.

En la península la tensión disminuyó un poco cuando el ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigu, recomendó a la procuraduría crimea poner en libertad al vicealmirante Serguei Gaiduk, comandante de la Armada de Ucrania, retenido prácticamente todo el día de ayer, lo cual también evitó que el ultimato que fijó el gobierno de Kiev y no tuvo que recurrir a medidas de carácter técnico contra Crimea.

No se sabe qué va a pasar con los 12 mil 500 militares ucranios desplegados en Crimea. Rusia les ofreció quedarse y servir por contrato en la Flota del Mar Negro, mientras el gobierno de Kiev se inclina por negociar su retirada, con todo el armamento en su poder, otro asunto en litigio, a Ucrania.