Rogelio Chávez, lateral derecho del Cruz Azul, admitió que le ha quitado un poco el sueño la emoción que le causa la posibilidad de ser llamado a la selección mexicana, rumbo al Mundial de Brasil 2014, pero dijo sentirse capaz de pelear por un puesto.

Con la probabilidad manifiesta de ser convocado por Miguel Herrera para el partido del 2 de abril ante Estados Unidos, luego de que el propio entrenador externó que le llamó la atención el desempeño del jugador celeste en el torneo, el canterano dijo que dará todo de sí para ganarse un lugar.

“Por supuesto que es complicado –convencer al técnico–, pero no hay más, hay que trabajar y matarme en la cancha para pelear un sitio. Creo que los minutos que llevo jugados (en el Clausura 2014), la regularidad, los partidos y el buen paso que lleva el equipo me ayudan mucho”, señaló.

La emoción es tanta que por las noches el insomnio se ha hecho presente: A veces, la verdad no puedo dormir, pero ya me la creeré cuando se dé la convocatoria.

En charla con reporteros, el jugador advirtió: Primero espero que se confirme el llamado y si es así, creo que tendré el apoyo del entrenador y de la directiva. Estoy contento, ahí se ve lo que se ha venido cosechando por el trabajo. Si me toca, a demostrar que puedo pelear por un puesto.

Sabe que el choque ante Estados Unidos será para convencer a Herrera de convocatorias para los siguientes juegos y para mantener viva la posibilidad de representar a México en el Mundial: Desde que empecé a jugar esa era mi ilusión, pero ahora hay que trabajar, no hablar.

Si es llamado al Tri, Chávez podría perderse la semifinal de ida de la Liga de Campeones de la Concacaf, el 1º de abril en Tijuana, pues el choque ante Estados Unidos es el día 2.

Tampoco lo harían el arquero Jesús Corona, ni el mediocampista Marco Fabián, quienes se mencionan como posibles convocados a la selección nacional.