Presentación de la compañía Lingnan
El Instituto Confucio de la UNAM auspició el acto en el Museo Nacional de las Culturas
Viernes 21 de marzo de 2014, p. 7
Mediante 120 piezas, en la nueva Sala de China del Museo Nacional de las Culturas –abierta el pasado diciembre– se cuenta la historia e identidad de esa civilización.
Con ese motivo el Instituto Confucio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en colaboración con el Fideicomiso Centro Histórico de la Ciudad de México, propuso una actuación de la Compañía de Ópera Lingnan, perteneciente a la Universidad Sun Yat-sen –ubicada sobre todo en la ciudad de Cantón–, que estaría de paso por México.
La función, efectuada el miércoles, comprendió una selección de ocho fragmentos de su repertorio de ópera de Pekín, declarada en 2010 Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), expresó Carlos Vázquez Olvera, titular del Museo Nacional de Culturas.
Aparecida hace 200 años, la ópera china es un arte escénico que integra el canto, la recitación, la actuación teatral y las artes marciales. Por ello se considera una expresión del ideal estético del arte operístico en la sociedad china tradicional hasta el día de hoy
, acotó Vázquez Olvera.
La ópera de Pekín difiere de su contraparte occidental porque se caracteriza por los elementos de canto, gesto, movimiento y de acción. Un gesto puede transmitir un sentimiento profundo muy diferente de lo que se puede apreciar
, explicó Kang Baocheng, director de la compañía, gracias a la traducción de Sun Xintag, responsable del Instituto Confucio.
A falta de elementos escénicos la mímica también asume un papel relevante, de allí que toda acción tiene un significado. Por ejemplo, caminar en círculos significa un largo viaje. De hecho, la segunda parte del programa consistió en una demostración, entre otras cosas, de cómo pasearse por un lago, sin agua o lancha a la vista.
También se mostró cómo el personaje de una sirvienta, representado por un hombre al igual que en la Inglaterra de Shakespeare
, sería más refinada, o más natural, en sus gestos, de acuerdo con la fortuna mayor o menor de sus patrones. Igualmente, se mostró la recuperación de una pelota perdida con la ayuda de la criada de la niña.
La actuación de la compañía fue antecedida por La danza de pavorreal, interpretada por una profesora del Instituto Confucio, donde además de impartirse chino mandarín, a partir de este mes también se dan talleres de danza.
En la primera parte del programa una diosa del cielo esparció flores, mientras una joven esposa materializó a su marido ausente en un sueño, una acusada se defendió ante un tribunal, la sirvienta Hongniang fungió como Celestina entre su joven dama y su pretendiente.
Muy creíble resultó la historia de Xian Xu, muerto de una fuerte impresión al darse cuenta en su fiesta de bodas que se había casado con una serpiente blanca.
Todas las piezas fueron acompañadas en vivo por el jing hu, instrumento tradicional de arco.