Miércoles 19 de marzo de 2014, p. 11
El robo de combustible en oleoductos y gasoductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) ha representado una pérdida anual de alrededor de 5 mil millones de pesos. Además, la alta incidencia delictiva que se generó entre 2006 y 2012 incrementó en 250 por ciento los robos en carreteras, reportan estadísticas oficiales que han sido consideradas en el desarrollo para el Programa Nacional de Seguridad Pública, revelaron funcionarios federales. Reportes de Pemex refieren que 2013 fue el año en que mayor número de tomas clandestinas se detectaron, con más de 2 mil 200 casos, de las cuales en Veracruz, Tamaulipas, Jalisco, Sinaloa y Puebla se localizaron siete de cada diez. De acuerdo con la información obtenida, el gobierno de Enrique Peña Nieto considera el robo de combustible y el robo a transporte de carga entre los delitos de mayor impacto a los sectotres productivos, y como parte de los elementos que permiten una economía ilegal. Se estima que esto es un fenómeno que frena el desarrollo económico, ya que limita la productividad y aumenta los costos de operación de las empresas
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