Villahermosa, Tab., 18 de marzo.

Andrés Manuel López Obrador lanzó el juramento patriótico en defensa del petróleo y delineó acciones de desobediencia civil que efectuará el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en todo el país, con el fin de abolir las reformas estructurales promovidas por el gobierno de Enrique Peña Nieto para entregar el sector energético a particulares.

Al conmemorar en su tierra natal el 76 aniversario de la expropiación petrolera, el líder opositor resaltó que, en un año de gobierno, Peña Nieto ha asestado cuatro golpes a la economía popular con las reformas laboral, educativa, fiscal y energética, y convocó a corregir esas desviaciones para que los artículos constitucionales modificados queden como estaban.

Alertó que Peña y su grupo pretenden incrementar la producción de crudo de 2.5 millones de barriles a 5 millones diarios, el doble de lo que actualmente se extrae, con lo cual se agotarían los yacimientos y se dañarían gravemente las tierras y los litorales del país, en particular de Tabasco y Campeche.

Frente a unos 15 mil habitantes, quienes dos horas antes del mitin empezaron a concentrarse en la plaza Revolución, López Obrador convocó a continuar la lucha pacífica para sacar del poder al PRIAN con una revolución de conciencias, y dio lectura al juramento, de dos cuartillas.

Hoy, 18 de marzo, cuando conmemoramos el 76 aniversario de la expropiación petrolera, llevada a cabo por el presidente Lázaro Cárdenas del Río, los aquí reunidos y muchos mexicanos más refrendamos nuestro compromiso de luchar sin tregua ni descanso hasta revertir las reformas a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución.

No es verdad, explicó, que falte dinero y que por ello se deban privatizar el petróleo y el sector energético en su conjunto. Subrayó: Pemex es una de las empresas más rentables del mundo, y en caso de requerirse tecnología ésta se puede obtener sin compartir utilidades con nadie.

Aseguró que las reformas significan contratos leoninos para beneficiar a traficantes de influencias, que repercutirán con menos ingresos para la hacienda y aumentos de impuestos y alzas constantes a combustibles y electricidad para compensar el desfalco de las finanzas públicas.

También representa, apuntó, mayor participación de los políticos corruptos en el fabuloso negocio de los hidrocarburos. Advirtió que es probable que Peña Nieto y su grupo busquen convertirse en accionistas y socios de las trasnacionales o cuando menos “ser los primeros en recibir sobornos y mochadas a cambio de contratos”.

Entre las acciones para defender el petróleo propuso no aceptar las modificaciones, dar seguimiento a la denuncia interpuesta contra Peña Nieto por traición a la patria, no consentir el incremento irracional de la perforación de miles de pozos y acudir ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación para demandar que se apruebe una consulta pública para revertir las modificaciones.

De igual forma, seguir advirtiendo a dueños y accionistas de Exxon, Chevron, Shell, Halliburton, Schlumberger y otras firmas energéticas que no habrá seguridad jurídica ni certidumbre al asociarse con el gobierno de Peña Nieto para realizar negocios sucios en perjuicio del pueblo y la nación.