En el gobierno federal existe certidumbre en que la negociación con el Partido Acción Nacional (PAN) para generar las leyes secundarias de las reformas energética y de telecomunicaciones no está fracturada o sin rumbo.

Hay confianza en que en los próximos días sean presentadas las iniciativas de ambos temas y que el PAN vuelva a la mesa para avanzar, además, en otros temas de urgente análisis, como las leyes secundarias en materia política, uno de los asuntos de especial interés del panismo, con el fin de ir con nuevas reglas a los comicios del año próximo.

La comunicación no está rota; es evidente que el retiro obedece a las luchas internas de ese partido y a las presiones entre grupos, sostuvo un alto funcionario consultado acerca de la reacción de los senadores panistas en la semana que concluye.

“Seremos comprensivos, tolerantes y respetuosos de ese proceso. Hay presiones (en el blanquiazul), pero corresponde a sus militantes solucionar las diferencias internas”, agregó.

Al hacer un recuento de las enmiendas pendientes, en especial las que se pretende desahogar en el actual periodo ordinario de sesiones del Congreso, resaltó la urgencia de sacar las leyes secundarias en materia política, cuyo eje es la creación del Instituto Nacional Electoral, aspecto impulsado por el PAN.

Si esos cambios no se aprueban a más tardar en julio próximo, las elecciones de 2015 se harán sin la nueva norma, y no creo que el PAN desee ese escenario o no quiera ir (a esa reforma), añadió el funcionario, al referirse a los intereses de cada fuerza partidista.

Ponderó que, a diferencia de la negociación para aprobar una reforma constitucional, las leyes secundarias sólo requieren mayoría simple en ambas cámaras del Congreso, aun cuando el objetivo es sacar los proyectos con el mayor consenso posible.

Los senadores del PAN se levantaron de la mesa en la cual se discuten las leyes secundarias de la reforma energética.

Argumentaron que no pueden permanecer en esas pláticas al mismo tiempo que el gobierno federal los vincula con ilícitos (expediente Oceanografía) cometidos en los sexenios panistas.

Funcionarios consultados por este diario afirmaron que el caso Oceanografía, en el que se ha hecho referencia a un fraude de al menos 360 millones de dólares, es una investigación en curso, sin enfoque partidista.

No tenemos la culpa de que se detecte un delito o se agarre a alguien en fragancia; aquí se trata de una investigación y no de señalar el partido en el que milite un presunto responsable, expresó un funcionario.

Por lo anterior, dijo confiar en que el blanquiazul solucione su coyuntura interna y vuelva a la mesa; así ha ocurrido con problemas internos en el Partido de la Revolución Democrática; siempre hemos sido pacientes y, en aquel caso (la salida del sol azteca del Pacto por México), tampoco rompimos la comunicación.

Comentó que, sin decir qué día saldrá tal o cual ley, hay avances significativos en la normatividad de competencia económica, la cual quedará lista de un momento a otro, lo mismo que la de telecomunicaciones.

También en curso está la construcción de una nueva ley de Juegos y Sorteos, toda vez que la vigente tiene origen en 1947 y jamás se ha reformado.