ermítaseme un pequeño paréntesis en mis notas sobre lo que podría ser un mercado eléctrico en México. Lectores generosos me solicitan avanzar más y con mayor precisión. Me piden ver los famosos transitorios y señalar qué contendrían unas leyes secundarias que no salen. Y que, sin embargo, podrían aprobarse antes del 30 de abril. Difícil, pero no imposible, aseguran senadores al hacer alarde de su capacidad para llegar aceleradamente a acuerdos. Incluso en temas tan complejos y delicados, como el eléctrico. Lo de lo complejo y delicado no lo digo yo. Lo dicen diseñadores y estudiosos de los mercados eléctricos en el mundo. Del británico, sometido hoy a una aguda pero muy interesante revisión. Del cambiante mercado español, el de la deuda eléctrica cercana a 50 mil millones de dólares. Del sufrido
mercado chileno, sin gas natural para intentar una disminución de precios. Del alemán, donde la forma de incorporación de las renovables se ha convertido en un severo problema. Y para sólo citar un ejemplo más, el estadunidense, con diversas experiencias –en favor y en contra– y aún sometido a debate. Por el exitoso y famoso PJM (mercado mayorista para Delaware, Illinois, Indiana, Kentucky, Maryland, Michigan, Nueva Jersey, Carolina del Norte, Ohio, Pensilvania, Tennessee, Virginia, West Virginia y el Distrito de Columbia). Pero también por el estrepitoso fracaso de California. O la experiencia de Texas, donde también hoy se hace una aguda revisión. (Véanse tanto el reciente libro del prestigiado consultor internacional Fereidoon P. Sioshansi, Electricity markets, new paradigms, new Challenges, New Approaches, como el reporte de la consultora Navigant a Electric Markets Research Foundation, Evolution of the electric industry structure in the US and resulting issues).
Pero bueno, hoy debo saldar una deuda importante, aunque tengo varias. Una con lectores que me solicitan trate la evolución de la economía de Estados Unidos. Insisten en la urgencia de reflexionar sobre la salida o no de una crisis que empezó a mediados de 2008, con signos de desaceleración por el sobrequipamiento industrial desde finales de 2007. Y preguntan por señales de superación, máxime cuando –acotan– pareciera ser que nuestros vecinos ya alcanzaron –una vez más aunque luego de siete largos años– el nivel de la producción industrial de finales de 2007. Pero sin recuperación plena del empleo. Ni del ingreso. Ya lo comentaremos pronto.
Permítaseme saldar otra deuda y presentar en su justa dimensión un importante esfuerzo colectivo de universitarios que bajo la prudente y atenta coordinación de José Luis Calva, conjuntamos esfuerzos para formular –desde una perspectiva universitaria– un sistema integral de propuestas de políticas públicas que consideramos viables. ¿Qué se busca? Ante todo mostrar que hay perspectivas alternas a las seguidas los años recientes. Sí, y para superar el pobre y errático desempeño mostrado por la economía mexicana durante las décadas anteriores. También para fortalecer la cohesión social de nuestra nación, tan debilitada y resquebrajada por la lacerante pobreza extrema en la que viven millones de mexicanos. Más todavía cuando algunos –sobre todo jóvenes– ven en el narcotráfico y en el crimen organizado una alternativa para acceder al nivel de bienestar que no les hemos podido brindar.
Por eso, y en tercer término, este esfuerzo de reflexión universitaria intenta abrir cauces de un desarrollo sustentable, incluyente, equitativo y democrático. Sí, con cerca de 350 profesores universitarios, con muchos años dedicados a sus problemáticas de investigación, se ofrecen textos de punta, de diversas materias del conocimiento. Con diagnósticos rigurosamente sustentados y reflexiones sobre los debates teóricos de frontera. Y, créanmelo, se cumplen bien. Se impulsan reflexiones que ayudan a formar nuestra conciencia ciudadana y a fortalecer la calidad del debate social (el de energía incluido, afortunadamente), a pesar de que las experiencias legislativas –como la reciente, de aprobación de la reforma energética– nos traten con absoluto desdén.
Son 18 volúmenes abiertos a los lectores. Sobre la crisis económica mundial y el futuro de la globalización, con temas como estrategias económicas exitosas en Asia y América Latina, los mercados y la inserción de México en el mundo. Las políticas macroeconómicas para el desarrollo sostenido. La reforma fiscal integral. El sistema financiero para el desarrollo, entre otros.
Entre 15 y 20 autores por libro, bajo esa entusiasta coordinación de José Luis Calva y el cuidado de Editorial Juan Pablos, se puede deducir –como se dice en todos ellos– que sí es posible aplicar políticas públicas alternativas, una evolución incluyente, sustentable y más justa de la sociedad. Lo menos que podemos hacer con todos estos volúmenes es hojearlos. Pero –advierto– sólo eso no se puede. Se leen las magníficas aportaciones de compañeros de gran calidad profesional. Bueno. Ya en el sitio web del Consejo Nacional de Universitarios ( www.consejonacionaldeuniversitarios.org.mx) se encuentran los índices de los libros, la lista de las librerías donde pueden encontrarse y la dirección electrónica de la distribuidora. Créanme, se descubrirá que el rigor de los trabajos, la seriedad de los análisis, la filigrana de las reflexiones y la agudeza de los diagnósticos en nada inhiben la profunda pasión, el entusiasmo y el respeto a la sociedad de los autores de este trabajo colectivo que –de veras– es una referencia bibliográfica fundamental de nuestro México de hoy. Sin duda.