oger Bartra es escritor prestigiado y honesto y le propone a la izquierda que mimetice con la derecha. El problema está en que pontifica: expone sus ideas de modo dogmático sin tomarse el trabajo de comprobarlas. Valdría la pena criticar un artículo reciente ( Reforma, 11/03/14).

Don Roger llama populistas o nacionalistas arcaicos a los que quiere descalificar, pero no sustenta sus afirmaciones. Llama populista a la corriente encabezada por Cárdenas, Ifigenia, Muñoz Ledo, etcétera, que rompió con el PRI en 1987. El populismo es un movimiento demagógico frecuente en América Latina, encabezado por militares o líderes autoritarios. Lo que quería Cárdenas y sus compañeros era defender el interés nacional. Es difícil sostener que el nacionalismo, como defensa legítima de un país, es una aberración. Todos los estados hegemónicos de hoy son ferozmente nacionalistas.

AMLO tampoco es populista. Es seguro que don Roger no ha leído el proyecto alternativo de nación, los programas de 2006 y 2012, jamás analizó cómo se gobernó el DF, ni sabe siquiera cuál es su propuesta económica, quiénes son sus asesores. Las diferencias entre el PRD y Morena no son ideológicas, sino éticas y estratégicas. Si el PRD está en aprietos no se debe al nacionalismo ni al populismo, sino a corruptelas y divisiones internas. Los Chuchos (nueva izquierda) no representan a la socialdemocracia. Que yo sepa, Roger es su único ideólogo, aunque no orgánicamente. El gobierno de Peña y el PRI no son progresistas, son declaradamente conservadores. Sus reformas a partir de 1989 no han dado buenos resultados; el país no ha crecido en 30 años y el poder adquisitivo de la población ha disminuido en 76 por ciento. Están dispuestos a abrir las puertas de Pemex, pero no a frenar su corrupción. La violencia es fruto de esas políticas. El PRIAN ha ejercido muchas formas de populismo, al extremo de comprar millones de votos de electores pobres.

Cárdenas es una figura importante, pero es a AMLO a quien le debe el PRD las curules, gubernaturas, presidencias municipales que tiene ahora. Morena no es débil. Don Roger no conoce las estadísticas, ni le importan los registros de afiliados, ni la organización de 30 asambleas, ni las encuestas de Parametría. Nunca ha observado un mitin obradorista. ¿Para qué habría de hacerlo? Es difícil que el PRD le haga caso a Bartra y se ponga a pensar un reformismo radical. Es cierto que se sumó al Pacto por México y también que lo hizo a sabiendas de que beneficiaba a Peña. Luego denunció el Pacto, alegando que los habían engañado. Hoy el Pacto es un lastre para el PRD, no una ventaja. Todo indica que don Roger no ha investigado, pero me parece imposible que no se dé cuenta de la postración en la que está el país. Sus simplificaciones se vuelven descalificaciones, y éstas, calumnias, proyectiles de los reaccionarios contra la única oposición verdadera.

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