El Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal) está en restructuración y será renovado, evaluado y reforzado para servir de mejor forma a la defensa de los derechos laborales, sobre todo después de la aprobación de las reformas estructurales, entre ellas la laboral y la hacendaria, aseguró el sacerdote Sergio Cobo González, encargado de obras sociales jesuitas en México.

En entrevista, el religioso aseguró que el Cereal, pese a que actualmente no cuenta con personal debido a que a finales de febrero los cinco integrantes de la instancia fueron removidos de sus cargos, sigue trabajando, ahora directamente operado por la asociación civil Fomento Cultural y Educativo, la cual encabeza la restructuración.

La semana pasada los ahora ex trabajadores denunciaron públicamente que habían sido despedidos injustamente y que se violaron sus derechos laborales, lo cual, dijeron, contradice la labor del Cereal.

Sobre ello, Cobo González sostuvo que fue una decisión dolorosa, pero era necesaria, y se les indemnizó más alto de lo que estipula la ley.

Sobre el futuro del Cereal, Cobo descartó que se le quiera bajar el perfil a la institución, sino todo lo contrario, y añadió que tampoco el trabajo del Cereal Distrito Federal se centrará sólo en la ciudad de México.

Ante una nueva realidad del mundo laboral ya no podemos seguir con las mismas respuestas. Hay nuevos modelos de empresa que dejan al garete los derechos laborales y hay cambios legales que están afectando a las y los trabajadores. Es una nueva situación que requiere nuevas respuestas. Estamos haciendo un alto en el camino y a algunos compañeros se les terminó su relación laboral.

Tras señalar que el proceso de restructuración durará varios meses, el jesuita precisó en cuanto al perfil de quienes serán los nuevos colaboradores del Cereal, que se buscará a personas que sean profesionales en la defensa de derechos laborales, lo cual no siempre va de la mano con los grados académicos. Queremos que tengan capacidad de estrategia de opción múltiple, es decir, que estén dispuestos a irse a enlodar los zapatos en los pantanos petroleros de Tabasco o a meterse al tizne de las minas de carbón. Gente que quiera acompañar y no sólo estar en un escritorio.