Morelia, Mich., 14 de marzo.

Samuel Gómez, quien era encargado de la ahora desmantelada autodefensa en La Ruana, afirmó que desde hace algunos meses se veía que varios delincuentes arrepentidos le tenían coraje a Hipólito Mora Chávez, detenido el miércoles por su presunta participación en el homicidio de Rafael Sánchez Moreno, El Pollo.

“A pesar de lo que digan, La Ruana es el único pueblo donde no estaba metido ningún templario”, señaló.

“Hipólito nunca tuvo diferencias con Sánchez Moreno pero sí con Luis Antonio Torres González, El Americano, que siempre se rodeó de los Caballeros templarios, la banda que ha asolado Michoacán, específicamente la región de Tierra Caliente desde hace algunos años.

Cuando tomamos las armas hace un año todos los delincuentes salieron y dejaron abandonadas sus casas y fincas, como el caso de José Torres Chávez, hermano del presidente municipal de Buenavista Tomatlán (al que pertenece La Ruana), quien dejó el rancho Las Palmeras y después de dos meses lo mataron.

A varios de esos delincuentes Hipólito los dejó ir cuando se crearon las guardias comunitarias y hace tres días regresaron para acusar a Hipólito de la muerte de Rafael Sánchez, quien fue gente cercana a Nazario Moreno, El Chayo, muerto el domingo pasado en un enfrentamiento con las fuerzas federales de seguridad.

“Y los otros templarios apoyados por el gobierno vinieron a levantar las denuncias con los ministerios públicos que les trajeron y ahora resulta que ellos son los ofendidos”, comentó Samuel Gómez tras sostener que van a quitar una gavilla para que llegue otra.

Al igual que las familias de los grupos de autodefensa, hay indignación porque las guardias comunitarias limpiaron al pueblo de la delincuencia, sacrificaron más de 20 vidas; están presos 34 porque los detuvieron armados, lo que dejó familias desamparadas y en la miseria, porque todos trabajaban como cortadores de limón, dijo por su parte quien se identificó solamente como Juan José y afirmó que su padre y su hermano fueron asesinados por templarios.

Recuerdan que la mayor tragedia ocurrió el 10 de abril de 2013, después del acto cívico de Emiliano Zapata que cada año se realiza en Cuatro Caminos, Nueva Italia, donde ocho personas fueron asesinadas durante su retorno a La Ruana, casi para llegar a Apatzingán, dos más murieron después y una mujer quedó incapacitada.

Todos los que estuvieron con Hipólito están amenazados de muerte. “El gobierno tiene los nombres de los delincuentes pero no ha hecho nada; cuando vino El Americano lo acompañaron varios templarios, quienes trajeron gente de otros lugares para que dijeran que ya no querían a Hipólito, mientras a Luis Torres, el alcalde de Buenavista Toma­tlán, que todo mundo lo conoce, le acomodaron todo a modo para que regresara”.

Mañana se cumplen las 72 horas

A partir de la noche del jueves, cuando Hipólito Mora fue ingresado al penal de Mil Cumbres, en Michoacán, el juez del fueron común que lleva la causa tiene 72 horas –que se cumplen la noche del domingo– para emitir el fallo sobre la acusación de homicidio calificado en contra del coordinador del grupo de autodefensa de La Ruana, municipio de Buenavista Tomatlán.

Juan Antonio Magaña de la Mora, presidente del Supremo Tribunal de Justicia de Michoacán, aseguró que el caso ofrecerá las garantías de la ley y el juez responsable analiza la situación, pero la defensa de Mora puede recurrir a la ampliación del plazo por 72 horas más para revisar las resoluciones y decidir si algunas son susceptibles de apelación.