Sábado 15 de marzo de 2014, p. 21
Moscú, 14 de marzo.
La decisión de Nadezhda Tolokonnikova y Maria Aliojina, integrantes del grupo Pussy Riot, de dedicarse a defender los derechos de las reclusas en Rusia presagiaba riesgos, pero quizás no se imaginaron que, en menos de un mes, serían víctimas de tres agresiones.
A los latigazos en el puerto de Sochi y los insultos en Nizhni Novgorod se sumó este viernes un nuevo ataque, conforme a un esquema más o menos similar, en un café en el poblado de Yavas, frente a la dirección general de centros penitenciarios de Mordovia.
Durante el desayuno, mientras conversaban con Ilia Shavlinsky, miembro del consejo presidencial de derechos humanos, dos individuos entraron al local, se acercaron a la mesa y rociaron a las muchachas con zelionka, antiséptico de color verde.
Mientras uno sujetaba del cabello a Aliojina, otro descargó en el rostro una jeringa con el líquido, tratando de afectarle los ojos, según escribió en su cuenta en Twitter. Después agredieron de igual manera a Tolokonnikova.