Quito, 14 de marzo.

El gobierno de Venezuela amplió este viernes los operativos contra manifestantes radicales y endureció el tono contra Washington al acusar al secretario de Estado estadunidense, John Kerry, de asesino del pueblo venezolano, por alentar las protestas, que han dejado 28 muertos y 44 heridos.

“Vamos a entrar con planes especiales hasta que liberemos de guarimberos –manifestantes que bloquean las calles con barricadas– y delincuentes todas las urbes de las clases media alta y media, que son las principales víctimas de este golpe de Estado”, aseguró el presidente Nicolás Maduro en rueda de prensa.

Los operativos ordenados por el mandatario, consistentes en mayor presencia policial, detención de radicales y decomisos, se han centrado en Caracas, San Cristóbal –cuna de las protestas– y Valencia, donde el miércoles dos civiles y un guardia nacional murieron por impactos de balas.

Maduro añadió que las protestas, que califica de intento de golpe de Estado, se mantenían hoy en sólo dos municipios. Denunció que 68 guardias y policías nacionales han sido heridos, la mitad de ellos de bala, desde el 4 de febrero.

El canciller Elías Jaua se dirigió duramente a Kerry: “Lo denunciamos a usted como asesino del pueblo venezolano. Cada vez que estamos a punto de aislar y reducir a los violentos, sale a declarar Kerry e inmediatamente se activan las guarimbas –barricadas en llamas– en los principales focos de violencia”.

La víspera Kerry llamó a Caracas a respetar los derechos humanos y a que cese esta campaña de terror contra su pueblo. Este viernes, el jefe del Comando Sur, John Kelly, vaticinó una catástrofe y sugirió que Estados Unidos aplique sanciones a Venezuela.

Por otra parte, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ofreció mediar entre el gobierno y la oposición. Si Venezuela considera que somos útiles, ahí estaremos. Siempre y cuando la oposición también lo considere, aseveró.

Nicolás Maduro saludó la buena voluntad de Santos, aunque dijo que prefiere esperar la llegada de una comisión de la Unión de Naciones Sudamericanas, que el miércoles acordó acompañar el diálogo en Venezuela.