Rafael Márquez reconoció que la Comisión del Jugador no tiene el peso necesario para apoyar con eficacia a los futbolistas de diversos clubes, con Querétaro a la cabeza, que actualmente sufren la falta de pago de sus salarios: No hay unión y la comisión tiene poca autoridad.

Dijo que hay mucho temor de que pueda pasar algo si el jugador da fuerza e independencia a su gremio, y de plano subrayó que quienes rigen el futbol mexicano son los dueños de los equipos y hoy día nada pueden hacer para auxiliar a sus compañeros afectados.

Jugadores de Gallos Blancos, Puebla, Jaguares y Atlante han sufrido retrasos en el pago de sus sueldos, por lo que el defensa señaló: Ojalá no salgan perjudicados y después puedan tener garantías para seguir trabajando, que puedan cobrar lo que les deben.

En tanto, Jesús Martínez Murguía, presidente del León, dijo que Decio de María tiene que analizar cualquier tipo de apoyo hacia el Querétaro. Resaltó: Evidentemente tienen que apretarse los candados para evitar el ingreso al futbol de capitales turbios, para que no vuelva a suceder. Ha sido un hecho desagradable, sin embargo, el futbol, bien llevado, es negocio, sí reditúa.

Inclusive, se pronunció en favor de los futbolistas: Uno siempre quiere defender al jugador, pero deben tener más iniciativa, reunirse para saber de ellos mismos. No estoy en contra de que tengan fuerza.

Por último, el técnico Gustavo Matosas, señaló que el presidente Enrique Peña Nieto, viejo conocido suyo cuando de niño vivió en Toluca, “era el Messi de la escuela, el mejor jugador de la escuela! Se le daba muy bien la política jugando al futbol.

Casi todos empezamos a jugar este deporte en la casa de ellos. Enrique, el presidente, era muy amigo de un hermano y yo de otro que es menor. Eso fue hace unos 35 años; íbamos a la misma secundaria, él un año más arriba que yo.

Que el mandatario lo recuerde, significa “como que algo hiciste bien… ¡Ojalá viniera yo todos los años!”, dijo, y remarcó que León aún tiene hambre de cetros: “Acuérdense que somos un equipo donde 60 o 70 por ciento de la plantilla venimos del ascenso, de viajes en camión, de usar vestuarios en mal estado… Hoy la única obligación es no perder esa humildad; el día que se pierda seguramente el equipo estará de vuelta en la liga de ascenso”.