Berlín, 13 de marzo.

Estados Unidos y la Unón Europea renovaron hoy sus advertencias al presidente ruso, Vladimir Putin, respecto de sus planes de anexar la estratégica península de Crimea, al tiempo que Rusia inició nuevos ejercicios militares cerca de su frontera con Ucrania.

Por lo pronto, Putin dijo que el mundo no debería culpar a su país por lo que calificó de crisis interna de Ucrania, mientras en un discurso inusualmente duro, la canciller alemana, Angela Merkel, advirtió de una catástrofe si Moscú no cambia su postura.

Merkel se expresó en los términos más fuertes desde el comienzo de la crisis, despejando cualquier sospecha de que Alemania quiera evitar una confrontación con el presidente ruso, Vladimir Putin.

No sólo lo veríamos como vecinos de Rusia, sino también como una amenaza. No sólo cambiaría la relación de la Unión Europea con Rusia, dijo Merkel en un discurso en el Parlamento. Esto también causaría un enorme daño a Rusia, económico y político, agregó.

Merkel ha reconocido que han fracasado sus esfuerzos para persuadir a Putin de que negocie con el gobierno de transición en Kiev, al que el mandatario ruso acusa de destituir ilegalmente al presidente Viktor Yanukovich.

En tanto, el secretario estadunidense de Estado, John Kerry, dijo que el lunes Washington y Europa tomarían medidas contra Moscú si se lleva adelante el referendo planeado para el domingo sobre la anexión de Crimea a Rusia.

Si no hay señales de disposición a avanzar y resolver este asunto, habrá una serie de severas medidas en Europa y aquí respecto a las opciones disponibles, sostuvo Kerry en un testimonio sobre la solicitud de presupuesto del 2015 para el Departamento de Estado.

Kerry declaró que esperaba evitar tales medidas, que incluirían sanciones, conversando el viernes en Londres con su par ruso, Sergei Lavrov.

En Crimea, donde la población votará el domingo si se separa de Ucrania para incorporarse a Rusia, residentes nerviosos se formaban en los bancos para retirar efectivo de sus cuentas en medio de la incertidumbre por el futuro de la península, que controlan ahora las tropas rusas.

Estas personas tienen miedo de que sus bancos caigan y nadie quiere perder su dinero, dijo Tatiana Sivujina, una pobladora. Nadie sabe qué pasará mañana.

El miércoles Moscú refutó la afirmación del gobierno de Ucrania sobre que se está conjuntando una enorme fuerza militar rusa cerca de la frontera que comparten ambos países, lo que aumenta la amenaza de una invasión.

Pero este jueves, el Ministerio de Defensa de Rusia anunció que miles de efectivos rusos en las regiones de Rostov, Belgorod, Kursk y Tambov, que colindan con Ucrania, están involucrados en las maniobras que continuarán hasta finales del mes.

En la región sureña de Rostov, los ejercicios militares involucraron el aterrizaje de mil 500 paracaidistas, dijo el ministerio. Las prácticas también incluyeron grandes ejercicios de artillería con 8 mil 500 soldados y sistemas de cohetes.

Durante la crisis en Ucrania, Estados Unidos ha enviado jets de combate adicionales a Polonia y Lituania. Rusia respondió este jueves desplegando seis jets de combate a su aliada Bielorrusia.

El parlamento ucranio votó para crear una guardia nacional con 60 mil efectivos para ayudar a proteger al país, pues su ejército con pocos fondos y pocos integrantes está sumido en el caos.

En Nueva York, el primer ministro ucranio Arseni Yatseniuk condenó la agresión militar de Rusia, aunque dijo al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas que no cree que Moscú quiera conflicto. Si comenzamos a tener negociaciones reales con Rusia, creo que podremos ser verdaderos socios, dijo.

En la ciudad ucrania de Donietsk, un joven murió apuñalado y más de una docena de personas fueron hospitalizadas tras un choque entre manifestantes pro rusos y pro europeos, en el peor hecho de violencia tras la destitución de Yanukovich.