Los hijos deportivos directos, Daniel Bautista, Raúl González, Carlos Mercenario, Ernesto Canto, Joel Sánchez y Martín Bermúdez, protagonistas de la época dorada de la marcha, lamentaron la partida de Jerzy Hausleber, a quien agradecen sus enseñanzas, pero sobre todo la formación personal y el legado que dejó al deporte mexicano.

Al enterarse del fallecimiento de Jerzy Karol Hausleber Roszezewska, desde temprana hora se sumaron al luto decenas de deportistas y organismos que manifestaron sus condolencias a través de las redes sociales.

El Comité Olímpico Mexicano (COM) se refirió al legendario entrenador como un escritor de la historia de nuestro país con letras de oro, mientras la Asociación de Medallistas Olímpicos resaltó que su concepto de alto rendimiento tuvo impacto en Latinoamérica, y en instituciones como el Senado de la República se guardó un minuto de silencio.

Raúl González, ganador de las medallas de oro en 50 kilómetros y plata en 20 kilómetros en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 84, señaló: “Fue determinante como maestro, como ser humano, en mi vida, y no hablo sólo en lo deportivo, sino en lo personal.

Lo conocí cuando yo tenía 18 años. Fue como un padre para mí. El legado que deja el maestro Hausleber es inmenso para el deporte mexicano. Vivimos juntos muchas situaciones, no sólo felices y de gloria, también de desencuentros porque no todo es color de rosa, pero finalmente el balance es un legado muy hermoso.

Daniel Bautista, oro en 20 kilómetros en Montreal 76, expresó: “Hay que reconocerle que es el único entrenador en México, en cualquier deporte, que tiene ocho medallas olímpicas, sin contar las que sus atletas obtuvieron en campeonatos mundiales, centroamericanos y panamericanos.

A su llegada a esta ciudad procedente de Monterrey, dijo que ahora las autoridades deportivas deberán hacerse cargo de la familia de Hausleber, ya que no tiene un ingreso y sería una forma de seguir ayudando a quien tanto le dio a este país.

Fue parámetro para muchos

A su vez, Germán Sánchez, ex marchista y colaborador de Hausleber durante cuatro ciclos olímpicos manifestó: No sólo la marcha mexicana está de luto, sino la internacional, al tratarse de un hombre que fue parámetro para muchos entrenadores del mundo.

Ernesto Canto, oro en 20 Kilómetros en Los Angeles 84 y campeón mundial en Helsinki 83, dijo: “Es gran pérdida para el deporte mexicano, particularmente para la caminata. Fue el entrenador que más logros dio al deporte de nuestro país a través de sus atletas.

“Todo lo que puede haber en la marcha en el mundo lo logró. No hay nadie que se le iguale, deja un gran legado y grandes enseñanzas en el deporte y en la marcha… no solamente fue un extraordinario gran entrenador, también como persona y ser humano. Él fue como un segundo padre, fue mi entrenador, amigo, alguien con quien viví mis primeros momentos, alegres y tristes, pero siempre estuvo ahí, apoyándome, platicando, dándome consejos y fuimos al final grandes amigos”.

Martín Bermúdez, campeón de Copa Mundial individual en 1979 y por equipos en cuatro ocasiones desde 1976, y multimedallista en Juegos Panamericanos y Centroamericanos, señaló: “No guardo casi ningún trofeo ni medallas, las he obsequiado o donado para causas, pero sí atesoro el recuerdo de esta persona maravillosa que fue el profe.

Guardo a mi maestro, a mi padrino de primera comunión, a ti desde lo más profundo de mi ser. Lo más importante. Lo que fue y será es que nos enseñó otros caminos, a como ser un mejor hermano, mejor hijo, mejor padre, mejor esposo, mejor amigo y, sobre todo, mejor ser humano.

Carlos Mercenario, plata en Barcelona 92, apuntó: “Para mí era como mi segundo padre y ahora queda un espacio insustituible. Nadie como él llevó no sólo a la marcha, sino al deporte mexicano al contexto internacional con tan buenos resultados. Desde Pedraza, inclusive antes de 1968, hasta las últimas medallas que fueron producto de su conocimiento.

Es mi mentor, lo que soy se lo debo a él deportivamente. Los que formamos parte de ese grupo y equipo de marcha ganador nos sentimos orgullosos de haber sido parte de eso.

Su experiencia la dejó aquí

Joel Sánchez, bronce en 20 kilómetros en Sydney 2000, indicó: Es una gran pérdida para México. Toda su experiencia la dejó en nuestro país desde 1968 con la primera medalla de José Pedraza. Su pérdida significa un hueco para la marcha en México, es difícil retomarla, pero creo que debe volver ese respeto por este deporte en nuestro país, por la trayectoria y el legado del profesor.

Daniel Aceves Villagrán, presidente de Medallistas Olímpicos de México, expresó: “Jerzy Hausleber no sólo es considerado el padre de la caminata, sino que su interpretación del alto rendimiento tuvo un impacto latinoamericano, por lo menos”.

Carlos Padilla Becerra, presidente del Comité Olímpico Mexicano, dijo: “El profesor Jerzy Hausleber nos enseñó que la vida tiene grandes momentos y él supo compartirlos con sus enseñanzas en la caminata mexicana. Tuvo el tacto de hacer que nuestros marchistas llegaran al éxito tanto en Juegos Olímpicos como en los Campeonatos Mundiales y Copas del Mundo.