La Dirección General de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) presentó la noche del martes la segunda convocatoria para coediciones.

Podrán participar editoriales con o sin afiliación a la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), así como personas físicas con actividad empresarial dedicadas a la edición, que demuestren haber publicado al menos cinco libros.

Esta vez el presupuesto asignado para la coedición es de 20 millones de pesos, el doble de la convocatoria del año pasado.

El certamen se divide en siete categorías: Narrativa (novela, cuento, relato, microficción, etcétera, Poesía; Libro de arte (arte, objeto, ilustrado, cómic, novela gráfica, etcétera); Ensayo y biografía; Libro infantil y juvenil; Literatura testimonial (memorias, crónica, libro de viajes, autobiografía, correspondencia, etcétera) y, por primera vez, Literatura dramática.

Consultar la convocatoria, donde se establecen los tiempos para el registro de las editoriales interesadas, el cual se inició ayer.

Fortalecer el mercado del libro

Ricardo Cayuela, titular de la Dirección General de Publicaciones del Conaculta, señaló que esta convocatoria de coediciones es similar a las bases del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), además permite que las coediciones no se realicen a modo del director en turno de la dependencia que encabeza.

La Dirección General de Publicaciones siempre ha coeditado, pero antes se hacía de acuerdo con la decisión personalísima del director en turno. Por ello ideamos este mecanismo que básicamente reproduce las bases del Fonca para que todos los editores tengan oportunidad de publicar sus ediciones más preciadas, dijo el funcionario durante la presentación de la convocatoria efectuada en la Biblioteca de México José Vasconcelos.

Las coediciones entre la Dirección General de Publicaciones y las editoriales se basan en la calidad y tienen como objetivo enriquecer el mercado del libro, no competir con las editoriales, subrayó Cayuela, quien precisó que cuando el presidente del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, le pidió impulsar las coediciones, concluyeron que se deben “publicar títulos que no estén en competencia con el mercado editorial.

Nos preocupamos de no repetir títulos que estén en el mercado y que cumplen un papel educativo importante, agregó Cayuela.

Por ello, la dirección a su cargo se centra en la publicación de tirajes amplios de clásicos de la literatura y de aquellos libros que estén libres del pago de derechos, y destacó que mediante estas convocatorias de coedición los editores están invitados a presentar sus mejores proyectos y no aquellos libros difíciles que tienen guardados.

Asimismo, Cayuela indicó que otro de los objetivos de la Dirección General de Publicaciones es apoyar al sector editorial mexicano para su participación en las ferias internacionales del libro.

Posibilidad de ediciones digitales

El presidente de la Caniem, José Ignacio Echeverría, calificó el programa de coediciones como uno de los más exitosos y apreciados por el sector editorial.

“Estamos siempre en esta situación de una especie de discusión, pelea, con el Estado de quién debe producir libros, quién debe hacerlos, por qué los editores queremos seguir haciendo libros cuando el Estado hace una gran cantidad, sobre todo si sumamos los libros de texto de primaria y secundaria.

“Si quitamos la producción del año pasado ese número de libros lo que se produce en México son alrededor de 50 millones de ejemplares, las cifras las estoy redondeando, lo cual para un país del tamaño del nuestro además de ser ridículo es penoso.

“Nos encontramos con un programa como este con el que el Conaculta no está haciendo eso que consideramos una competencia difícil de superar, sino por el contrario apoya la edición de muchos más libros de parte de los editores y del propio sector cultural; es algo que aplaudimos con todo gusto.

Es un cambio, una voltereta al timón que hará que podamos empezar a vislumbrar, a lo mejor estoy pecando de optimista, un cambio en el sector editorial. Definitivamente el ambiente que tenemos ahora los editores en el Conaculta es muy propicio, amistoso y se ve reflejado en este tipo de programas.

El titular de la Caniem señaló: Hay quienes piensan que la industria editorial está aletargada, no lo sé; hay quienes piensan que los representantes de la cámara o la cámara es la responsable de ese letargo, también puede serlo, no lo sé. No es el momento de entrar en esa discusión, pero creo que la respuesta que hay frente a programas de esta naturaleza demuestra lo contrario: que somos una industria que está interesada en seguir adelante en crecer, en tener oportunidades que no hemos tenido hasta ahora, en tener mayor acceso a mercados distintos de los que hemos tenido y que si todo eso continúa funcionando como creemos que debe de funcionar y como funcionó el año pasado, con unos ajustes menores, va a ser muy bueno para el sector editorial y en consecuencia será bueno también para el país.

Durante la presentación, a la que también asistió Fernando Álvarez del Castillo, director general de Bibliotecas, el responsable editorial de la Dirección General de Publicaciones, Julio Trujillo, enunció otras ventajas de la convocatoria, como la posibilidad de que se realicen ediciones digitales, establecer el precio de los títulos y terminar con la burocracia.