El violinista israelí-estadunidense se presentó con la Sinfónica Nacional
El concepto que animó la velada fue el de Cinema Serenade
La novicia rebelde, Amor sin barreras, Il Postino y África mía, entre los títulos fílmicos que integraron el programa
Jueves 13 de marzo de 2014, p. 5
El violinista Itzhak Perlman (Tel Aviv, 1945) mostró su lado cinéfilo mediante un concierto convocado en un sitio no muy común para la música: el Altar a la Patria, mejor conocido como el Monumento a los Niños Héroes, que engalana el comienzo del Bosque de Chapultepec.
La razón de por qué se eligió ese lugar es sencilla. Se trata de una actividad organizada para recaudar fondos que serán destinados a la rehabilitación de la segunda sección de Chapultepec.
El proyecto requiere más de 550 millones de pesos que se invertirán en los próximos cuatro años, fondos que serán aportados por el Gobierno del Distrito Federal, la iniciativa privada y la sociedad civil.
Mil 500 personas asistieron al concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), dirigida por Carlos Miguel Prieto.
Pagaron entre mil 500 y 3 mil pesos por entrada; incluso se dijo que hasta 5 mil pesos, para escuchar al violinista israelí-estadunidense.
Allí estaban Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno del Distrito Federal, y Tanya Muller, titular de la Secretaría de Medio Ambiente local.
Intenso trabajo de rescate
El Fideicomiso Probosque de Chapultepec cumple 10 años de intenso trabajo en el rescate y rehabilitación
del área, recordó su presidente, Antonio del Valle Perochena.
Cinema serenade
(serenata cinematográfica) fue el concepto que animó el programa seleccionado para la noche.
Entrevistado el año pasado por La Jornada (7/08/13), Carlos Miguel Prieto había adelantado el viaje a México en estas fechas de Perlman, con quien ya había trabajado un par de veces. Entonces expresó su admiración por el violinista, uno de los ídolos que tuve al crecer, yo y muchísimas personas. Entonces, compartir el escenario con alguien así es con enorme humildad un privilegio del cual estoy muy agradecido
.
Frente al monumento, obra del escultor Ernesto Tamariz, la OSN se encargó de calentar
la noche que se tornaba cada vez más fría, con las delicias musicales del cine internacional.
Primero figuró la suite de La novicia rebelde, luego, Tema de Tara, de Lo que el viento se llevó. Para Il postino, tercero en el programa, una petición especial, no existía arreglo de orquesta, así que este es un estreno mundial
, con todo y bandoneón, señaló Prieto.
Por una cabeza, tango de Gardel
Las Danzas sinfónicas de Amor sin barreras antecedieron la aparición de Itzhak Perlman.
Entre aplausos, imprimió su emotividad en la melodía As time goes by, de la película Casablanca. Aunque su intención no era platicar, sino tocar
, en seguida se animó a comentar los números por interpretar como, por ejemplo, Sabrina, cuya música fue escrita por su amigo John Williams, de quien prometió tocar más, “pero no La guerra de las galaxias”.
Antes de interpretar África mía, escrita por John Berry, Perlman advirtió: Si suena un poco como James Bond es porque Berry compuso la música para las películas tempranas
del espía inglés. Hubo un cambio de programa cuando el violinista anunció que iba a tocar el tema de Far and away (Un horizonte lejano), película que no había visto pero de la cual había escuchado la música. Incluso, indagó en el público acerca de sus protagonistas. ¿Tom Cruise y Nicole Kidman? ¿Cómo es posible que no la haya visto?
También inquirió a la concurrencia si había visto Las aventuras de Robin Hood, pero la vieja película (1938), con Errol Flynn
, pregunta que recibió una negativa. La composición musical, explicó, estuvo a cargo del austriaco Erich Korngold, quien escribió el solo de violín para Jascha Heifetz. De allí que interpretó Tema de Marian, con arreglo de John Williams.
Perlman dijo no recibir muchas peticiones en sus giras, sin embargo, lo que siempre le piden, no importa adonde vaya, es la pieza de La lista de Schindler, así que no pudo faltar. Cerró su actuación con el tango Por una cabeza, de Carlos Gardel, también arreglado por Williams, incluido en la película Perfume de mujer. No hubo encore, tampoco el público se lo exigió. Faltaban 20 minutos para las 23 horas y el frío arreciaba.