Caracas, 11 de marzo.

Al menos tres activistas murieron en los últimos días durante las protestas opositoras en Venezuela, entre los que figura una chilena, lo que avivó el cruce de acusaciones entre el gobierno y la oposición, al cumplirse un mes de que comenzaron en Táchira las protestas contra la inseguridad y que continuaron en rechazo a la escasez de productos básicos, la inflación y la exigencia de la salida del poder del presidente Nicolás Maduro.

El gobernante, quien canceló a última hora su visita a Chile para la ceremonia de investidura de la presidenta Michelle Bachelet, para evitar ser blanco de la derecha chilena, afirmó que las protestas contra su gobierno –que han dejado al menos 23 muertos y unos 300 heridos– son actos de vandalismo y terrorismo y serán castigados.

Un estudiante falleció y otras dos personas resultaron heridas la noche del lunes tras ser baleados por grupos no identificados cuando protestaban en San Cristóbal. El alcalde opositor de la localidad, Daniel Ceballos, citó que Daniel Tinoco, de 24 años, perdió la vida anoche (lunes) por un disparo en el pecho y hay dos personas heridas.

El alcalde denunció que se presume que los atacantes son parte de los colectivos armados que apoyan al gobierno, en tanto que el oficialismo lo achacó a los grupos de oposición.

En Ciudad Guayana, en el este, fue abatido a tiros Angelo Vargas, también identificado como dirigente estudiantil. El lunes fue reportada la muerte de una ciudadana chilena, al parecer simpatizante del gobierno alcanzada por una bala cuando despejaba una barricada levantada por la oposición en la ciudad occidental de Mérida. Es la primera víctima extranjera.

La víspera, Maduro informó que las autoridades investigaban la muerte de una chilena residente en Venezuela desde 2006. Pero en el caso de Angelo Vargas, la policía del estado de Bolívar pidió no politizar el caso, ya que su muerte se atribuye al hampa.

La oposición convocó a una marcha nacional para este miércoles, cuando se cumple un mes de los violentos choques que se trasladaron a Caracas y avivaron las protestas antigubernamentales.

Este día las autoridades venezolanas anunciaron un tercer mecanismo de cambio de divisas que operará en las próximas horas buscando combatir la escalada del dólar en el mercado negro y aliviar la falta de liquidez en moneda extranjera que acentúa la escasez de productos básicos.

El mandatario venezolano afirmó que las manifestaciones son ataques de grupos violentos cada vez más pequeños, descalificó que sean protestas y acusó de hipócritas y fariseos a los opositores por esperar que sus acciones se conviertan en una hecatombe que no llegará.

Acusó a líderes opositores como Henrique Capriles y Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), de cobardes por evadir su invitación a la conferencia nacional de paz. Vengan a sentarse a hablar. Depongan su actitud, violentos, sostuvo, y dijo que hacen daño minando el diálogo sin aportar pruebas de sus acusaciones.

El presidente Maduro, al inaugurar y conducir un programa radial estatal, anunció que se trata de un nuevo espacio de comunicación con el pueblo en que se hablará con la verdad. Sentado frente a la misma mesa que Chávez usaba en sus transmisiones desde el Palacio de Miraflores, dijo que el programa En contacto con Maduro se transmitirá cuando sea necesario o cuando surja la inspiración.

En cuanto a la cancelación de su visita a Chile para la asunción de Michelle Bachelet, aseguró que esta decisión la tomó para no ser blanco de un supuesto plan orquestado por legisladores de derecha chilenos para hostigarlo y empañar la ceremonia.

El gobernante dijo que tenía nombres de quienes lo iban a provocar, de los partidos de derecha y de los herederos políticos del ex dictador Augusto Pinochet, a los que calificó de momios. Añadió que había preparado un clima, un show, que pretendían lanzarle carteles en la cara en un plan fraguado con sus aliados de acá de Venezuela, por lo que tomó la decisión con sensatez.

En Valparaíso, el canciller venezolano Elías Jaua explicó que fue una decisión del presidente para lograr en los próximos días estabilizar la paz y la democracia en Venezuela, una vez que hemos logrado aislar y neutralizar a los grupos violentos armados.

En medio de la toma de posesión de Bachelet se confirmó que los cancilleres de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) se reunirán este miércoles en Santiago para analizar la situación política de Venezuela. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo que en esa reunión se buscará construir un ambiente de acuerdos, consensos y estabilidad en Venezuela.

A su vez, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, indicó que se debe defender la democracia en la región, y advirtió que hay intentos por desestabilizar un gobierno democrático.

El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, en su estadía en Chile, también abordó el tema venezolano en encuentros bilaterales con Bachelet, y los presidente peruano, Ollanta Humala, y el colombiano, Juan Manuel Santos.

El viernes pasado el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó una declaración en la que llamó a las partes en Venezuela a respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales, incluidas las de expresión y reunión pacífica, circulación, salud y educación. Pero se abstuvo de convocar a una reunión de cancilleres, que apoyaba Washington.

Mientras, la comisión de Relaciones Exteriores del Senado estadunidense aprobó una resolución que exhorta al presidente Barack Obama a negar visas y congelar activos pertenecientes a los responsables de violar derechos humanos a manifestantes pacíficos y periodistas en Venezuela.

La resolución, que será remitida al pleno del Senado, dice que es inaceptable el uso de la violencia y de cargos penales motivados políticamente para intimidar a la oposición de la nación sudamericana.

El documento, aprobado a viva voz por los integrantes de la comisión, exhortó al gobierno del presidente Nicolás Maduro a desarmar a milicias pro gubernamentales y permitir investigaciones independientes e imparciales sobre el excesivo uso de la fuerza empleado por agentes del orden contra los manifestantes.