Los voluntarios mostraron un descenso de 20% en los síntomas asociados a su condición
Se trata del primer experimento médico controlado en 40 años con la droga alucinógena
La prueba, en la que participaron 12 personas, no indicó efectos secundarios graves del ácido
Miércoles 12 de marzo de 2014, p. 2
Científicos han realizado el primer experimento médico controlado en 40 años con la droga alucinógena LSD, la cual se usó como parte de un proceso de sicoterapia para tratar la depresión severa en pacientes terminales de cáncer.
Voluntarios a los que se administraron altas dosis de LSD, que alcanzó prominencia en la cultura jipi de la década de 1960, mostraron un descenso de 20 por ciento en sus síntomas asociados con la extrema ansiedad de su condición médica.
La pequeña prueba, en la que participaron sólo 12 personas, no mostró efectos secundarios graves de la dietilamida de ácido lisérgico, compuesto químico sicoactivo al que se conoce comúnmente como ácido
. Sin embargo, los síntomas depresivos de los voluntarios empeoraron cuando se les dieron únicamente dosis bajas de LSD.
Estos resultados indican que al administrarse en forma segura, en un entorno sicoterapéutico metodológicamente riguroso y bajo supervisión médica, el LSD puede reducir la ansiedad, lo cual sugiere que se justifica llevar a cabo estudios controlados mayores
, se indica en el estudio, publicado en la revista Journal of Nervous and Medical Disease.
Peter Gasser, siquiatra que ejerce en privado en Solothurn, Suiza, señaló que sólo uno de los 12 voluntarios había tomado LSD antes, pero todos dijeron que lo volverían a tomar y lo recomendarían a otros pacientes en situación similar.
Ocho recibieron dosis completas de LSD, en tanto cuatro tomaron un placebo activo
, en una dosis lo bastante baja para no causar efectos. Los síntomas de ansiedad asociados con la depresión se elevaron en los del grupo de dosis baja, a quienes más tarde se ofreció el tratamiento de dosis alta, indicó Gasser.
Uno de los voluntarios, un trabajador social austriaco llamado Peter, declaró al New York Times: Nunca había tomado esa droga, así que sentía miedo. Era un miedo de que todo saliera mal
.
Cada voluntario tuvo dos sesiones con LSD, que fue tomado en una habitación segura, silenciosa y agradable en una clínica privada donde podían recostarse en un sillón y escuchar música, bajo el cuidado de un médico.
Tuve lo que se puede llamar una experiencia mística, supongo, que duró algún tiempo, y la mayor parte fue puro sufrimiento por todos esos recuerdos que yo había sepultado durante décadas. Sentimientos dolorosos, remordimientos, miedo a la muerte
, dijo Peter.
El doctor Gasse comentó que los pacientes se sintieron mejor en términos de sus síntomas de ansiedad por ser enfermos terminales, y la mejoría duró al menos 12 meses. Sintieron un intenso proceso de qué hacer con el resto del limitado tiempo que les quedaba y con quién querían pasarlo
, añadió.
La vez más reciente en que se realizaron pruebas médicas con LSD en pacientes terminales fue a principios de la década de 1960, antes que la droga fuera declarada ilegal en Estados Unidos, en 1966.
Un científico suizo llamado Albert Hofmann descubrió el LSD al sintetizarlo en su laboratorio, en 1938. Sus efectos sicoactivos se conocieron cinco años después.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya