Lo prueba la reciente detención de ‘‘importantes delincuentes’’, afirma en Quito
Junto con el presidente de Ecuador se compromete a aumentar la cooperación sobre seguridad
Martes 11 de marzo de 2014, p. 3
Quito, 10 de marzo.
La reciente detención de ‘‘importantes delincuentes’’ vinculados a organizaciones del crimen organizado prueba la existencia de un Estado mexicano con mayores capacidades y fortalezas, aseguró el presidente Enrique Peña Nieto.
Junto al presidente ecuatoriano Rafael Correa, con quien momentos antes había comprometido incrementar la cooperación bilateral sobre seguridad, Peña destacó: ‘‘En esta orientación y hacia este objetivo hemos venido fortaleciendo las capacidades del Estado con una mayor coordinación entre los distintos órganos de gobierno’’.
Sin referirse específicamente a la muerte –apenas el domingo– de uno de los principales líderes del cártel michoacano de Los caballeros templarios, Nazario Moreno, El Chayo, el mandatario insistió en ubicar al Estado como más capaz y fuerte frente a la criminalidad; a su vez, Correa puso al día las conversaciones de los cancilleres de ambos países en temas como migración y seguridad.
‘‘Estamos trabajando mecanismos de cooperación, de intercambio de información entre los dos países para que no ingresen delincuentes, gente que sea buscada en México o sea parte de los cárteles de la droga y demás...’’, apuntó el ecuatoriano.
Con celeridad para signar acuerdos y convenios en torno a una agenda común –donde ambos países saben hasta dónde pueden avanzar dadas sus particulares visiones sobre, por ejemplo, el libre comercio–, Peña Nieto cumplió hoy una visita oficial de menos de 20 horas a Ecuador.
El último presidente mexicano que estuvo aquí fue Vicente Fox. Y hoy, el político del PRI se hizo acompañar no sólo por varios integrantes de su gabinete, sino también por las autoridades de algunas importantes instituciones educativas públicas como el Instituto Politécnico Nacional, la Universidad Autónoma Metropolitana, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, el área de investigación científica de la Universidad Nacional Autónoma de México, y una institución privada, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.
Todos firmaron con los responsables de la educación de este país diversos documentos de cooperación sobre ciencia, desarrollo tecnológico e innovación de la Ciudad del Conocimiento Yachay.
Correa, quien había hecho una apretada pero minuciosa lista para ilustrar cuánto sabe de historia, arte, héroes, deportes y hasta de artistas mexicanos de todos los tiempos, fue particularmente elogioso en este convenio, pues Yachay es, dijo, el proyecto emblemático para apuntalar el cambio de matriz productiva ‘‘en que nos encontramos empeñados como país’’.
Ecuador fue el primero de los dos puntos trazados en esta nueva gira de Peña Nieto, la undécima por países de América Latina desde el inicio de su gestión. Al segundo punto arribó esta misma noche. Se trata de Santiago, donde este martes participará en la toma de posesión, por segunda vez, de Michelle Bachelet como presidenta de Chile.
Al parecer, el interés del mexicano por hacerse más presente en la región latinoamericana, a diferencia de sus antecesores panistas, ha empezado a notarse, pues Correa dijo con tono significativo: ‘‘Aplaudo y felicito la iniciativa y el gran esfuerzo de su gobierno por recuperar la presencia de México en la región’’.
Señaló: ‘‘Es prioridad para México y Ecuador el desarrollo de la cooperación bilateral y regional a nivel económico, pero también a nivel humano y social, pues creemos que esto es parte de la batalla por la libertad y la justicia que libran nuestros pueblos de sus propios intereses y necesidades.
‘‘Tenemos el compromiso ante nuestros pueblos de ampliar los horizontes de relaciones de todo tipo. Estamos siempre dispuestos a incrementar nuestros lazos económicos, culturales y sociopolíticos con México.’’
Como es usual en Correa, su discurso fue más allá y llamó a Peña Nieto y a todo México a unirse a la campaña de su país ‘‘La mano sucia de Chevron’’, para –recalcó– ‘‘continuar denunciando al mundo el tremendo daño ambiental causado por esa petrolera en la Amazonia ecuatoriana’’, y por el cual su país reclama la indemnización estipulada por dictamen judicial en favor de las comunidades afectadas.
En la misma ceremonia, y luego de atestiguar el cambio de guardia de cada lunes en la Plaza Independencia, frente al palacio presidencial Carondelet, y para poner fin a esta visita, también se suscribieron documentos sobre cooperación en materia de política social y otro a través del cual el Fondo de Cultura Económica funcionará como librería, editorial y centro cultural.
Peña Nieto recordó a su vez uno de los objetivos centrales de este viaje a tierras ecuatorianas: intensificar la relación comercial y buscar equilibrio en la balanza comercial. De paso también reconoció el crecimiento sostenido de este país y su avance en materia de política social.