Economía
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No son moneda de curso legal ni tienen respaldo institucional

Alerta el BdeM sobre el uso de bitcoins u otros activos virtuales
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El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, en la presentación del informe del último trimestre de 2013, efectuada el pasado 12 de febreroFoto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Martes 11 de marzo de 2014, p. 27

El Banco de México (BdeM) emitió una alerta en torno del uso de activos virtuales, como los bitcoins, litecoins y otros similares, pues no son moneda de curso legal y no cuentan con el respaldo de alguna institución financiera.

A raíz del creciente interés en el entorno internacional, el banco central mexicano consideró importante difundir información sobre ese tipo de herramientas y alertar sobre los riesgos que conlleva el uso de dichos activos virtuales.

Aclaró que esos activos virtuales no han tenido en México una penetración relevante, pero consideró oportuno advertir que presentan diferencias importantes con las monedas de curso legal, ya que no están respaldados por ninguna institución y el marco jurídico vigente tampoco los reconoce como medio de cambio oficial ni como depósito de valor y otra forma de inversión.

El Banco de México detalló que los activos virtuales usados como sucedáneos de los medios de pago presentan importantes diferencias frente a las monedas de curso legal, entre las que destacan: no son monedas de curso legal en México, pues el Banco de México no los emite ni respalda, y tampoco son divisas extranjeras porque ninguna autoridad monetaria del exterior los emite ni respalda; no tienen poder liberatorio de obligaciones de pago, por lo que su función como medio de pago no está garantizada ni las personas o comercios están obligados a aceptarlos; el banco central no los regula ni supervisa.

Además, las instituciones reguladas del sistema financiero mexicano no están autorizadas para usar ni efectuar operaciones con ellos; en otras jurisdicciones se ha señalado su uso en operaciones ilícitas, incluso las relacionadas con fraude y lavado de dinero; no existe garantía o regulación que asegure que los consumidores o comercios que adquieran esos activos puedan recuperar su dinero y, más aún, al no existir una organización identificable que los emita o un tercero que asuma obligaciones por ellos, difícilmente procedería un recurso legal en caso de pérdida.

El Banco de México hizo notar que el precio en pesos mexicanos o en otras monedas, determinado por las personas que aceptan comerciar con esos activos, ha mostrado gran volatilidad como consecuencia de su carácter altamente especulativo y de la elevada sensibilidad de su precio a cambios en la confianza de los usuarios (como cambios tecnológicos, surgimiento de nuevos activos virtuales, restricciones legales, etcétera). En consecuencia, la adquisición y uso de esos activos conllevan un alto riesgo de depreciación y, por ende, de pérdidas monetarias.