Espectáculos
Ver día anteriorLunes 10 de marzo de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

No fue precisamente Bernardette, hoy en el Foro Shakespeare

Una comedia ácida exhibe al alter ego de Charles Bukowski

En la puesta en escena vemos la estupidez del hombre como género

Foto
Adrián Vázquez representa a Henri Chinaski, en este monólogo con 14 personajes. Las funciones son los lunes en el foro de la CondesaFoto cortesía del Foro Shakespeare
 
Periódico La Jornada
Lunes 10 de marzo de 2014, p. a14

En el Foro Shakespeare, el actor Adrián Vázquez enaltece y saca de su marasmo a la cartelera teatral al desarrollar un trabajo unipersonal, un monólogo que se desdobla en 14 personajes, el principal de los cuales es Henri Chinaski, alter ego y protagonista de varios de los relatos de Charles Bukowski, uno de los autores que Vázquez más ha leído en su vida, dejándose llevar por el remolino del alcohol, las drogas, el sexo.

Escrita y dirigida por el propio Adrián, está sustentada en en tres relatos breves del escritor estadunidense; Vázquez construye una obra con una anécdota que da título a la puesta: No fue precisamente Bernardette.

En una hora, el espectador, sin importar si ha leído o no a Bukowski, tendrá la experiencia dramatúrgica: la teatralidad.

En entrevista, Vázquez explicó: “Esta es una comedia bastante ácida, irreverente, que habla de las aventuras de este personaje que no sabe cómo relacionarse con las mujeres, con la vida, consigo mismo, con su trabajo; desdeña las relaciones. En la puesta en escena vemos la estupidez del hombre como género.

Pienso que Bukowski nos habla de una manera directa, sin miramientos, sin ningún tipo de censura; nos llega de la manera más directa. Intenta no usar ningún tipo de floritura en su literatura. Habla del hombre común, el que no logra asirse a ningún entorno, a su realidad. Habla de la desilusión del sueño americano y de cómo, finalmente, lo retrata en sus cuentos e historias.

El tema del alcoholismo en este unipersonal está “simplemente tocado, para centrarse en la estupidez en la que nos reflejamos, asumiendo paradigmas de vida que tratamos de imponer como una realidad. Vemos cómo este personaje va rompiendo poco a poco sus paradigmas y va fracasando en cada uno de ellos y el acoholismo, finalmente, es un catalizador para acceder a su fracaso total. No, no he visto Barfly. He leído todos sus cuentos”.

—Bukowski decía que si algún mérito tiene beber es demostrar resistencia, pues mientras más se bebe más cerca se está de la estupidez.

—Sí, lo mismo en el box, del cual era un fanático empedernido, del alcohol y de las mujeres, del sexo fácil. De todo esto hablamos, por lo menos como un tópico en la puesta en escena.

Para muchas personas Bukowski no es más que un borracho, pero es mucho más que eso. Pienso que se le ha considerado como un tipo misógino, machista, pero bueno, se dice que los mexicanos somos muy machistas, pero los gringos también lo son, y los sudamericanos. En Costa Rica, en los partidos de futbol se advierte a las chicas que si entran es bajo su propio riesgo, porque les van a coquetear. Bukowski lo que hace simplemente es abrir este panorama en la cultura gringa. Con su literatura queda claro que una mujer en esta cultura siempre es una mujer, pero un hombre siempre se está probando, agarrándose a golpes, queriendo ser el más veloz y saber quién lo tiene más largo. Necesita revalorarse constantemente como hombre, como género. Bukowski observa lo estúpido que es eso, pero lo palpable que es.