Pieza teatral del cineasta Ingmar Bergman que se montará en el CCU a partir del 14 de marzo
La dirección de Ignacio Ortiz invita al público a vivir la relación de amor y odio entre las mujeres
La libertad de vivir conlleva la aceptación del dolor de la vida; para poder vivir con libertad hay que ajustar cuentas con la madre, es la premisa de la que partió Ignacio Ortiz. En la imagen, Patricia Marrero (Charlotte, la madre) y Aída López (Eva)Foto Yazmín Ortega Cortés
Lunes 10 de marzo de 2014, p. 8
El aislamiento de una madre artista, las autojustificaciones, su incapacidad de amar, así como la amargura, la tristeza y la desilusión de una hija son temas que se retratan en la puesta en escena Sonata de otoño, de Ingmar Bergman, la cual se estrenará este viernes en el foro Sor Juana Inés de la Cruz del Centro Cultural Universitario (CCU) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La célebre obra del cineasta sueco en la que refleja con crudeza un doloroso rencuentro familiar, es puesta en escena con la adaptación del guionista y director Ignacio Ortiz Cruz, quien con esta producción retorna a los escenarios después de cinco años.
Con las actuaciones de Patricia Marrero (Charlotte), Aída López (Eva), José Carlos Rodríguez (Viktor) y Diana Ávalos (Helena), la obra refleja este conflicto entre el ser y el existir, al explorar los recuerdos dolorosos del pasado de los personajes.
La libertad de vivir conlleva la aceptación del dolor de la vida; para poder vivir con libertad hay que ajustar cuentas con la madre
, es la premisa de la que partió Ortiz Cruz para realizar Sonata de otoño.
En la obra, que muestra el lado amargo de la existencia humana, el director se enfocó en el diálogo a distancia que sostienen Charlotte y su hija Eva, cuya forma de comunicación consiste en la humillación y el rencor para evitar el dolor de una relación más cercana emocionalmente.
Con la escenografía de un piano, unas copas de vino y un par de sillas, la obra comienza con la llegada de la madura y ególatra Charlotte, a la casa de su hija Eva, quien está casada con Viktor, el pastor de una pequeña parroquia del pueblo. Es la primera vez que se ven en siete años y que deciden hablar de sus odios y rencores acumulados a lo largo del tiempo.
Para la actriz Patricia Marrero, Bergman en la obra “va directamente a la problemática de la comunicación humana, la incapacidad de amar; además toca muchos temas como la cuestión de la maternidad, la posibilidad de pronto de tener un encuentro esporádico y, a partir de eso, hay un momento de luz, cuando la madre finalmente pide perdón a su hija.
Charlotte es una mujer que desde niña creció sin afecto; a través de la música puede articular su vida, pero al enfrentar la maternidad se ve incapacitada para dar lo que requieren sus hijas y luego viene la confrontación con Eva por este abandono
.
Las personalidades opuestas de Charlotte y Eva quedan perfectamente plasmadas en la escena en la que las dos tocan de manera diferente el preludio Op. 28 de Chopin. La sonata expresa justamente el dolor de las dos mujeres.
En Sonata de otoño, Ignacio Ortiz se enfoca en las emociones, los estados de ánimo y las acciones de los personajes para que el público pueda sentir esa mezcla de amor y odio entre la madre y la hija.
Aída López, quien interpreta el personaje de Eva, compartió a La Jornada que el reclamo de la hija a la madre podría ser del ser humano a Dios, porque Bergman sustituye a figuras humanas con Dios constantemente, y Eva reclama al padre y a la madre el constante abandono que ha sufrido
.
En el montaje, la protagonista hace énfasis en el dolor que siente al hablar de su infancia, al respecto López explicó que los sentimientos liberados son la aspiración del personaje de Eva, pero no puede expresarse delante de su familia a pesar de que es una mujer con una enorme capacidad para amar.
José Carlos Rodríguez comentó que su personaje Viktor es un ser bastante contemplativo, porque nunca se atrevió a tomar la batuta de nada. Es terriblemente depresivo, pero al mismo tiempo es como un bastión, como un mediador en esta relación tan tortuosa de madre e hija y al final no logra hacer gran cosa
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La obra Sonata de otoño, realizada con el estímulo fiscal del artículo 226 Bis (Efiteatro), se escenificará del viernes 14 de marzo al sábado 12 de abril en el foro Sor Juana Inés de la Cruz del CCU (Insurgentes Sur 3000, Ciudad Universitaria). Las funciones son jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 horas y domingos a las 18 horas. Posteriormente se presentará en el teatro El Granero del Centro Cultural del Bosque del 24 de abril al 15 de junio.