Mientras los organizadores del Hell&Heaven Metal Fest (H&H) buscan un nuevo espacio en la ciudad de México con las condiciones adecuadas para albergar este concierto internacional, continúan los rumores, comentarios, especulaciones y trascendidos en los medios de comunicación y las redes sociales.

Lo cierto es que la clausura del inmueble de la Feria del Caballo, en Texcoco, que dejó en el limbo la realización del Hell&Heaven Metal Fest, el 15 y 16 de marzo próximos, traspasó el circuito musical hasta llegar al escenario político. En la historia del país la cancelación de un concierto nunca había obligado la reacción de un gobernador, del secretario de Gobernación, de una alcaldesa, al grado de llegar a la Cámara de Diputados.

Algunos consideran que el caso se volvió político, debido a que la presidenta municipal de Texcoco, Delfina Gómez Álvarez, es la figura más importante del Movimiento Regene-ración Nacional (Morena), encabezado por Andrés Manuel López Obrador, y el priísmo no está dispuesto a dejar que se cuelgue ninguna medalla.

Además, en las siete reuniones previas que sostuvo Gómez Álvarez con las autoridades estatales para discutir los detalles para otorgar el permiso, nunca le mencionaron las anomalías que existían y que posteriormente resul- taron determinantes para la clausura del inmueble texcocano.

No ceden terreno

Desde que los conciertos masivos en el país son frecuentes, tras la veda en las décadas de los 70 y 80 iniciada con el concierto Rock y ruedas de Avándaro, en 1971; nunca se había clausurado un inmueble a una semana de realizarse un festival –en el que se presentarían bandas emblemáticas, como Kiss, Twisted Sister, Korn, Rob Zombie y Guns ‘N Roses–, lo que ha provocado la irritación de diferentes sectores de la sociedad. Los comentarios van desde motivos políticos, racismo, conservadurismo y corrupción, hasta boicot para beneficiar a otras empresas productoras de espectáculos masivos, como Ocesa, Televisa y TV Azteca, que no están dispuestas a ceder terreno a promotoras independientes del espectáculo en vivo.

El argumento principal de las autoridades para clausurar fue que no existían medidas de seguridad para los 80 mil asistentes al concierto, pero en las tres ediciones anteriores del H&H realizadas en Guadalajara hubo saldo blanco; la consciencia de los gustosos de este tipo de géneros ásperos son la propia seguridad, se cuidan entre ellos, a pesar de la rudeza y fricción de los frenéticos bailes. Cabe destacar que en la Feria del Caballo se realizan conciertos de géneros populares que han alcanzado hasta 150 mil asistentes.

Según estimaciones de los productores, la realización del H&H representaría una derrama de más de 300 millones de pesos para el municipio, además de que su cancelación afecta económicamente a alrededor de 150 familias que trabajan en la empresa y otras 300 con empleos temporales.

En la ciudad de México existen alrededor de 3 mil grupos de heavy metal, lo que la convierte en la comunidad más grande en el mundo. Además de las bandas internacionales, el H&H presentaría a 40 grupos mexicanos, a todos les pagaría, generando/contribuyendo al crecimiento natural y desarrollo del género, lo que no sucede en otros festivales y empresas que abusan de los músicos y grupos argumentando que les están dando una oportunidad.

La dimensión que tomó la acción del gobernador del estado de México, Eruviel Ávila, fue condenada en las redes sociales por la comunidad metalera y músicos como Kiss, Hocicco, La Lupita y Panteón Rococó, entre otros muchos.

Pero el conflicto, por la naturaleza misma del heavy metal, también tuvo eco en el ámbito internacional y diferentes figuras y medios de países con tradición metalera, como Estados Unidos, Francia, Finlandia y Alemania, condenaron la cancelación. Incluso la revista alemana Taz mencionó que el embate contra el H&H se debe a la enorme corrupción que existe en México.

Continuó la venta de boletos

Como cada semana, una decena de emisarios del H&H instalaron ayer su carpa en el Tianguis del Chopo para continuar con la venta de boletos para el festival metalero.

Los vendedores aseguraron que el impedimento de usar el recinto de la Feria del Caballo no es la cancelación del H&H, ya que el megaconcierto se realizaría en otro espacio similar. Así que, la promoción y venta se hizo como lo han venido realizando las cuatro semanas recientes en el tianguis roquero.

Marchan en Texcoco

En tanto, en Texcoco, ayer sábado unos 50 jóvenes que compraron su boleto para el H&H realizaron una marcha desde el jardín municipal hasta las instalaciones de la Feria del Caballo, donde protestaron para exigir al gobierno del estado de México que permita se lleve a cabo el acto.

Los metaleros se concentraron alrededor de las 15 horas en el kiosco del jardín del primer cuadro, y tras caminar varios kilómetros por calles primarias y la carretera federal México-Calpulalpan, arribaron al recinto concesionado a la empresa de espectáculos Ocesa, que año con año organiza la Feria del Caballo.

Andrea Rodríguez, quien participó en la movilización, aseguró que los jóvenes de Texcoco y todo el valle de México están preparados para comportarse con responsabilidad durante el concierto.

Desde hace dos días, las instalaciones están ocupadas por unos 400 elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, un centenar de ellos salieron hasta la carretera federal, para esperar a los manifestantes; sin embargo, la protesta transcurrió con tranquilidad y los policías únicamente se mantuvieron a la expectativa.

Los inconformes, fanáticos del rock metal, portaban cartulinas donde se podían leer frases como ¡No a la represión musical! ¡El metal es arte, no delincuencia! ¡No a los prejuicios, sí al concierto! Ya no más represión, metaleros del mundo unidos!

Además, los roqueros dijeron que si de inseguridad se trata, la Feria del Caballo sí es insegura, porque a sus palenques ingresa gente armada, por lo que en todo caso las autoridades, dijeron, deberían cancelar la feria de música grupera, programada del 4 al 18 de abril.

Alrededor de las 16:30 horas, se registró un inesperado descenso de temperatura y empezó a llover, por lo que los inconformes dieron por concluida su protesta.