Contradictorio, que caiga en prácticas que combate, dicen
Los afectados presentarán un informe el primero de mayo
Sábado 8 de marzo de 2014, p. 35
Ex trabajadores del Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal) que fueron despedidos de forma injustificada
por Fomento Cultural y Educativo, proyecto obrero de la provincia mexicana de la Compañía de Jesús (jesuitas), lamentaron que una instancia que defiende los derechos de los obreros caiga en las prácticas que combate, lo cual –consideraron– es una contradicción
.
En entrevista realizada el jueves pasado, Erick Archundia precisó también que con el término de la relación laboral, los ahora ex integrantes del Cereal debieron firmar un acuerdo por el cual las partes se comprometen a mantener respeto
, pero criticó que en primera instancia el documento que les estaban dando a firmar violaba nuestro derecho a la libertad de expresión
, pues les impedía mencionar públicamente la problemática.
Asimismo, narró que Fomento Cultural y Educativo los había conminado sólo a atender asuntos laborales del Distrito Federal y que estas acciones fueran un trabajo formativo y educativo sólo para la promoción de derechos laborales, no para la organización sindical
; es decir, bajarle el perfil
, justo ahora que se requiere mayor acción ante las reformas estructurales.
Archundia indicó que tanto Lucía Maldonado Castañeda, Gabino Jiménez Velasco, Graciela Muñoz Domínguez y Manuel Padrón Flores no comprenden las razones del cambio, más aún tratándose de una instancia dependiente de la congregación religiosa que se ha caracterizado por la defensa de los grupos menos favorecidos.
Destacó que los afectados no entablarán ningún recurso legal por el despido, pero sí realizarán un informe espejo
, en el que expondrán su caso en contexto del primero de mayo. Apuntó que los ahora ex trabajadores del Cereal organizarán un colectivo, luego podrían agruparse en una consultoría y quizás a futuro en una asociación civil de defensa de derechos laborales.
Comentó que los finiquitaron con dos meses adicionales a lo que marca la ley
y que aunque no firmaron un contrato laboral con Fomento Cultural y Educativo, sí tenían derecho a todos los beneficios legales, como vacaciones, retiro y seguro social, entre otros.
Archundia lamentó que los ahora ex trabajadores del Cereal hayan pasado de ser defensores de derechos laborales a afectados por violación de esas garantías.