La subsecretaria de Educación Básica, Alba Martínez Olivé, aseguró que con la aplicación de la reforma educativa se transformó el marco de corporativismo que imperaba en las escuelas públicas del país, ya que, señaló, el tiempo para el aprendizaje de los alumnos se destinaba a rituales y burocracia administrativa.

Al participar en el séptimo Seminario Internacional de Educación Integral, convocado por la Fundación SM, reiteró que los asesores técnico pedagógicos ya no podrán acceder a estos cargos por comisión, sino a través de un examen de oposición, pues se creará un nuevo Sistema de Asistencia Técnica a las Escuelas. Señaló que antes de la aprobación de las modificaciones a los artículos tercero y 73 constitucionales los maestros vivían circunstancia que no favorecían su quehacer en el aula.

Ante las críticas de que las modificaciones constitucionales son una transformación administrativa y no pedagógica, afirmó que es una reforma de carácter plenamente educativo.

Sostuvo que si la transformación del sistema educativo no empezó por la construcción de lo pedagógico fue porque tenemos experiencias suficientes para decir que ese camino no funciona, por las características históricas y culturales de la escuela mexicana.

Enfrentamos un marco de corporativismo que si no se transformaba íbamos a repetir lo que ocurrió en las reformas de las décadas de los 70 y 90 del siglo pasado, y en la primera década de los años 2000, en referencia a la Reforma Integral de la Educación Básica.

Insistió en que el Estado ha recuperado la rectoría en materia educativa, frente a años de corporativismo que debilitaba la fuerza de las reformas con una posición antiprofesional.

Con esta reforma, aseguró, se recupera por primera vez una política de personal para la Secretaría de Educación Pública.

Apuntó que no se alcanzaron los niveles de aprendizaje esperado en los alumnos, ya que, de acuerdo con los resultados de la Evaluación Nacional para el Logro Educativo en Centros Escolares, 80 por ciento de los jóvenes que concluyen su secundaria se ubican en los niveles de insuficiente y elemental en su desempeño académico.

La escuela pública, dijo, se convirtió en un lugar para todo. Se debe atender lo realmente importante: el aprendizaje de los alumnos. Los maestros se desprofesionalizaron, su quehacer en el aula no estaba enfocado a los niños. Contaba más de quién eran amigos, si heredaban o adquirían una plaza, lo que generó una gran desolación entre los docentes.